El Instituto de Estudios Valdeorreses homenajea a Caneda

El fallecimiento de Ramón López Caneda causó una fuerte conmoción en Valdeorras. El presidente del Instituto de Estudios Valdeorreses (IEV), Aurelio Blanco Trincado, dio ayer la triste noticia, nada más tener conocimiento de la muerte del excatedrático nacido en Rubiá hace 77 años. Aunque el óbito se produjo el pasado 17 de julio, en Vigo, éste no trascendió hasta ayer, momento en que el colectivo cultural inició los preparativos del homenaje que le tributará.
Ramón López Caneda forma parte de la relación de expresidentes del IEV, y, tras su fallecimiento, a la de 'Valdeorreses Ilustres'. También es miembro emérito del Instituto valdeorrés y autor de numerosos libros, artículos y conferencias de Historia.

Uno de sus temas preferidos fue el Camino de Santiago, del que fue camillero, mostrando su rico patrimonio a un buen número de valdeorreses. Aurelio Blanco destacó el interés que mostró por todos los aspectos referidos a la comarca de Valdeorras. Descubrió a una de sus personalidades más relevantes, el abad Ruiz de Padrón (La Gomera, 1757- Vilamartín, 1823), uno de los artífices de la Constitución de 1812 y que fue objeto de un homenaje conjunto del Concello vilamartinés y el IEV, el pasado mes de marzo. También recogió en un estudio los hechos más relevantes de la Guerra de la Independencia, en la comarca valdeorresa.


CANARIAS

Antes de desplazarse a las Canarias, donde ocupó una cátedra de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, donde fue homenajeado el día de su jubilación, fue director del Instituto de Bachillerato de O Barco.

'Su muerte supone una importante pérdida para la cultura y, en especial, para su pueblo natal, Rubiá, así como para el IEV, que tenía en él a uno de sus investigadores de cabecera', dijo Aurelio Blanco. Recordó que López Caneda diseñó el actual escudo del Concello de Rubiá, una labor que le mereció numerosos elogios. Además, el presidente del colectivo cultural resaltó su aspecto humano. 'Fue un hombre muy humilde y generoso', añadió.

La directiva del Instituto de Estudios Valdeorreses ya trabaja en la organización de un homenaje, que pretende desarrollar en su pueblo natal: Rubiá. Pese a ello, también O Barco tiene una deuda con el estudioso que elaboró el inventario de todos los legajos que se conservaban en el Pazo do Castro. Dos tomos recogen toda la documentación guardada en sus dependencias, que abarcaba el periodo comprendido entre los siglos XV y XX. Aurelio Blanco recordó que los originales fueron entregados a varios organismos.

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