Un documental elaborado por alumnos y profesores de los institutos Lauro Olmo y Cosme López recupera el legado romano de Valdeorras y , a la vez, reinvidica el patrimonio recuperado el siglo pasado por Os Escarbadores.
Un equipo formado por 13 alumnos de los institutos Lauro Olmo (O Barco) y Cosme López (A Rúa) y tres profesores de los dos centros -Xulio Prada, Carmen Díaz y Xosé Ramón Crespo "Sechu"- está detrás del documental "Na procura do noso pasado romano". Comenzó siendo un trabajo de alumnos de Latín y Cultura Audiovisual y Escénica y acabó convirtiéndose en un repaso por el legado romano de la comarca y una reivindicación: "É unha pena que na comarca non haxa unha sala de exposición. Sumámonos a unha vella reivindicación", lamentó la profesora de Latín y Cultura Audiovisual del centro educativo rues. El jueves fue el estreno en A Rúa y próximamente irá a O Barco.
"Se había planteado 
para un microrrelato y, de repente, se convirtió en un documental de 45 minutos", dijo Aldara Álvarez, una de las alumnas que trabajaron en el proyecto. "Si no valoramos lo que tenemos, quién lo va a valorar", añadió su compañera Silvia Álvarez.
El documental fue estructurado en dos partes. La primera refleja las visitas de los alumnos a lugares donde aún pueden contemplarse restos de la romanización: aras romanas en O Barco, lápida funeraria de A Rúa, puente de la Cigarrosa o iglesia de Mones. En esta parte, los estudiantes fueron guiados por el arqueólogo Santiago Ferrer y el historiador Luis Enrique Rodríguez "Coquixo".
La segunda parte recupera la muy poco conocida labor que, en las décadas de 1960 y 1970, realizó un grupo de amantes de la arqueología: Os Escarbadores. Aquí, aparecen entrevistas a algunos de sus miembros: Aurelio Blanco, Miguel Ángel Estévez o José Luis González, pero también opiniones de vecinos. "Interesábanos recoller os recordos de xente que non era especialista", explicó Xulio Prada.
La narración del documental fue realizada por los propios alumnos y el montaje fue realizado por Xosé Ramón Crespo buscando "mucho movimiento. No podía ser aburrido", según explicó.
