El cementerio municipal de O Barco colgó el cartel de completo. No hay nichos a la venta. El Concello ya vendió los últimos 100, que construyó en la ampliación de principios de la pasada década. Tiene alguno en la reserva -hasta ocho se guardó-, pero lo hizo para atender situaciones excepcionales, como las planteadas por familias que carecen de recursos. Esta ausencia de huecos en oferta ya obligó a un par de familias a inscribirse en la lista de espera abierta en las dependencias de la Casa Consistorial y a esperar a que haya una nueva oferta de tumbas.
Esta carencia de nichos fue comentada por el concejal de Cementerios y Medio Rural, Jesús Jares Almeida. "A zona nova está toda cuberta. A ampliación sa foi toda vendida", explicó el edil. Apuntó que los ocho huecos de la ampliación no son los únicos que tiene reservados el Concello, pues también se guardaron otros pocos en la parte más antigua. Eso sí, todos ellos tienen la misma finalidad de atender situaciones de carácter excepcional.
Así las cosas, el Concello espera que la lista de peticionarios aumente antes de plantearse acometer una nueva ampliación. "A idea é ampliar según a demanda", explicó a este respecto el concejal. El coste que conlleva la construcción de nuevos nichos es determinante a la hora de llevar al equipo de gobierno a tomar esta decisión.
Desde 2013, fueron realizadas dos actuaciones en el cementerio municipal. La primera de ellas permitió ofrecer 360 huecos, entre nichos y osarios, en tanto que la segunda, acometida un par de años después, aumentaba la oferta con 100 nuevos nichos. Espacio para una nueva ampliación hay después de la separación de 3.000 metros cuadrados de la lindante finca La Cruz.
Así las cosas, a las familias que precisen realizar un enterramiento les queda la posibilidad de buscar alguna cesión. Otra opción es la incineración, una práctica que va en aumento en el Concello, según apuntó el edil, y confirmaron posteriormente fuentes del sector funerario. Estas estimaron el aumento de las incineraciones en aproximadamente un 35 %, sobre todo después de que comenzase la pandemia del covid-19, aunque también consideran que pudo influir la falta de nichos a la venta.
Dotación de canalización y desagües
Cubrir la falta de nichos disponibles no es la finalidad de los trabajos de mejora acometidos en los últimos días en una parte del cementerio barquense. Estos trabajos fueron acometidos por el Concello con miras a dotarla con unas características similares a las del resto del camposanto.
Según apuntó el concejal Jesús Jares, los trabajos contemplan la construcción de infraestructuras de canalización y desagües, así como rebajar el terreno para salvar la diferencia de altura que existe entre esta parte y el resto del cementerio.
Una vez finalizada esta obra, dará comienzo el adoquinado del piso, utilizando siempre elementos similares a los que pueden verse en las otras zonas del cementerio. Las obras estarán rematadas en un plazo de aproximadamente un mes.
La ejecución del proyecto supone una inversión de aproximadamente 30.000 euros y se financiará con fondos municipales al igual que el proyecto ejecutado hace casi dos años en la zona próxima a la capilla. En esta ocasión fueron 33.000 euros los invertidos en una reforma muy similar a la actual, pues permitió la colocación de adoquín con mortero, así como la canalización de las aguas para llevarlas hacia el exterior.
