La lluvia del verano suavizó el daño de la avispilla del castaño

Los productores se preparan para una campaña de más de diez millones de kilos en la provincia

Las lluvias de julio y agosto aminoraron los daños de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus). Lo explica el presidente de la Indicación Xeográfica Protexida Castaña de Galicia, Xesús Quintá. Confía en que la producción sea la de un año normal, oscilando en torno a los 20 millones de kilos en Galicia, 5 por encima de la del año pasado, cuando la plaga causó más estragos, al sumarse los efectos del ataque de un hongo y la sequía. "Coas chuvias non atacou tanto a avispiña, non fixo tanto dano", explicó. "Esperamos unha colleita dentro da normalidad, anque temos o ataque dun fungo nalgunhas zonas", añadió Xesús Quintá.

La recogida del fruto debería comenzar en torno al Día del Pilar, el 12 de octubre, o sobre Todos los Santos, según la variedad de castaña que se trate.

El presidente de la Red Española del Castaño, el valdeorrés Juan Fernández, coincide con el máximo responsable de Castaña de Galicia en las características de la campaña.  "El tiempo vino muy bien. Aguardamos una campaña normal", dijo. Seguidamente, comentó que, según sus estimaciones, la producción de la provincia estará por encima de la mitad de la gallega, lo que la sitúa por encima de los 10 millones de kilos.

La incidencia de la avispilla del castaño no será importante en los sotos de la provincia este año, pero su amenaza sigue latente. La suelta masiva en Galicia de su depredador, el Torymus sinensis, por la Consellería do Medio Rural podría no surtir el efecto deseado en el oriente provincial. Si en territorio gallego fueron liberados 1,5 millones de individuos, según indicó Xesús Quintá, en las comarcas vecinas de Castilla y León el esfuerzo de la Administración autonómica fue mucho menor. "Lo normal es hacer las sueltas en todos los lados. Aquí se hizo bien y en el Bierzo no tanto", comentó Juan Fernández

Con miras a minimizar los daños de la avispilla, la IXP Castaña de Galicia puso un programa de acciones informativas, dirigidas a los productores. "Pretende informar dos problemas e reducir os danos", explicó Xesús Quintá. Un aspecto esencial de las charlas que se darán en las zonas productivas es el del cuidado de los sotos. Uno de los fundamentales es evitar la aplicación de insecticidas para acabar con el insecto. "No se pueden dar sustancias químicas", corroboró Juan Fernández. Su utilización podría dañar al depredador de la plaga, el "Torymus sinensis", e incluso dañar al árbol.

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