La popular María Jesusa Candal Jarrín es, desde la mañana de este lunes, alcaldesa de Vilamartín. Sucede en el cargo al socialista Enrique Álvarez Barreiro tras la aprobación de la moción de censura que ella misma encabezó y que respaldaron los concejales del PPdeG y dos ediles de APGa.
El desarrollo de la sesión plenaria, cuyo escenario fue trasladado al centro sociocultural Santa Lucía, estuvo marcado por las interrupciones, los gritos y los incidentes. Minutos antes del inicio del pleno, un anuncio de bomba obligaba a desalojar el local.
Posteriormente, después de que la Guardia Civil descartó la presencia del objeto explosivo, y tras reincorporarse el público y los concejales al local, daba comienzo un pleno que estuvo plagado de interrupciones y gritos. Intervinieron María Jesusa Candal y Enrique Álvarez, votando seguidamente los ediles, la moción.
Al finalizar la votación, que salió aprobada por seis votos (PP y APGa) contra cuatro (PSOE), el socialista Enrique Álvarez y sus tres compañeros de grupo se levantaban de la mesa y abandonaban el centro, acompañándoles buena parte del público, que permaneció ante el edificio a la espera de la alcaldesa.
Tras recibir el bastón de mando de manos de Santiago Rodríguez, concejal de APGA que dirigió el pleno por ser el de mayor edad, María Jesusa Candal y los otros cinco concejales del PP y APGa que apoyaron la moción de censura abandonaron el edificio bajo la protección de la Guardia Civil.
A la cita faltó el portavoz de APGa, Francisco Quintas, quien no votó la moción de censura y ayer faltó al pleno.
Posteriormente, después de que la Guardia Civil descartó la presencia del objeto explosivo, y tras reincorporarse el público y los concejales al local, daba comienzo un pleno que estuvo plagado de interrupciones y gritos. Intervinieron María Jesusa Candal y Enrique Álvarez, votando seguidamente los ediles, la moción.
Al finalizar la votación, que salió aprobada por seis votos (PP y APGa) contra cuatro (PSOE), el socialista Enrique Álvarez y sus tres compañeros de grupo se levantaban de la mesa y abandonaban el centro, acompañándoles buena parte del público, que permaneció ante el edificio a la espera de la alcaldesa.
Tras recibir el bastón de mando de manos de Santiago Rodríguez, concejal de APGA que dirigió el pleno por ser el de mayor edad, María Jesusa Candal y los otros cinco concejales del PP y APGa que apoyaron la moción de censura abandonaron el edificio bajo la protección de la Guardia Civil.
A la cita faltó el portavoz de APGa, Francisco Quintas, quien no votó la moción de censura y ayer faltó al pleno.
