Qué hacer en Valdeorras

Las Médulas: el oro de Roma a tiro de piedra de Ourense

Vista desde el mirador de Orellán. (Isaac Cruz)
photo_camera Vista desde el mirador de Orellán. (Isaac Cruz)
El yacimiento minero se convierte en una opción de ocio para muchos. Sus paredes anaranjadas son fruto del 'ruina montium' romano. ¿Te animas a visitar Las Médulas?

Ahora que el calor empieza a dar tregua, los que buscan planes en Valdeorras y el resto de la provincia se ven obligados a ir más allá del turismo de agua. No son pocos los que se animan a ir al yacimiento de Las Médulas, a escasa media hora de O Barco, prácticamente pegado a la frontera con Galicia.

Las Médulas es lo que queda de lo que en su día fue una de las minas de oro más importantes de todo el Imperio Romano. Su inmensidad y lo espectacular de las obras de ingeniería necesarias para sacar el mineral configuran un paisaje espectacular y una visita inolvidable. Una escapada clásica para los valdeorreses, prácticamente obligatoria año tras año.

Turismo arqueológico: megaminería de la Edad Antigua

Se cree que fue bajo el régimen del emperador Octavio Augusto cuando los romanos vieron en Las Médulas una fuente estratégica de riqueza. Sucedió entre los años 26 y 19 a.C, cuando el primer princeps del Lacio conquistaba con sus legiones los últimos reductos de resistencia en el norte de la Península Ibérica.

Bajo el control de Roma se inició en la zona una explotación de megaminería que causó un desastre ambiental de magnitudes desproporcionadas. Mediante el sistema ruina montium los romanos desmoronaron montañas enteras para luego buscar en los restos el codiciado oro.

La magnitud del proyecto fue tal que formó el lago de Carucedo, y los enormes conos de deyección que formó el derrumbe de las montañas ocuparon kilómetros. En 1997 la Unesco declaró Las Médulas como Patrimonio de la Humanidad.

Vista desde el mirador de la galería de Orellán. (Isaac Cruz)

Vista desde el mirador de la galería de Orellán. // (Isaac Cruz)

¿Cómo sacaban oro los romanos?

La composición de las tierras en Las Médulas era óptima para poner en práctica el ruina montium o corta de minado, ya que estaban formadas por cantos rodados, grava y arcilla, además del oro que se encontraba en ellas.

Para la extracción del mineral se construían galerías por toda la montaña. Se llenaban unos depósitos en la parte superior con agua traída por canales desde diversos manantiales. Los canales de Las Médulas tienen cientos de kilómetros, y llegaban a trasvasar agua desde la cuenca del Duero.

Se dejaba pasar un poco de agua a las galerías para debilitar la tierra. Cuando la montaña ya no era consistente, un gran torrente entraba por ellas, comprimiendo el aire y causando una explosión.

El historiador romano Plinio el Viejo (23-79 d.C.) definió los derrumbes del yacimiento de esta manera: "La montaña, resquebrajada, se derrumba por sí misma a lo lejos, con un estruendo que no puede ser imaginado por la mente humana, así como un increíble desplazamiento de aire". Un trabajo "que supera al de los Gigantes".

Plinio el Viejo: "La montaña se derrumba con un estruendo que no puede ser imaginado por la mente humana"

Posteriormente, los derrumbes se lavaban con agua. Los cantos rodados se separaban del resto del conglomerado, y este se cribaba mediante diversos sistemas para obtener el codiciado metal. Plinio el Viejo estimaba que mediante el ruina montium se minaban en el noroeste peninsular 20.000 libras de oro anuales, una cifra que podría acercarse a los 7.000 kilos. Aún así, algunos estudios lo ponen en cuestión.

Sea como sea, en las minas trabajaron, eso sí, decenas de miles de hombres en unas condiciones muy duras. Los turnos en las galerías se medían por la duración de las lámparas. Plinio dijo que "es menos temerario buscar perlas y púrpura en el fondo del mar que sacar oro de estas tierras"

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Una de las galerías excavadas en Las Médulas. // (Isaac Cruz)

¿Qué hacer en Las Médulas?

El entorno de Las Médulas está muy adaptado para los visitantes. Aquí te propones algunos planes que puedes hacer realidad en la zona. Si vas, ten en cuenta que es un yacimiento de valor inestimable y cúidalo.

Rutas de senderismo

En Las Médulas hay varias rutas de senderismo que te llevarán por los distintos parajes de interés. Una de ellas, por ejemplo, llega hasta "La Cuevona" y "La Encantada", dos oquedades pertenecientes al yacimiento. Se trata de la Senda de las Valiñas, que parte del propio pueblo de Las Médulas.

Otra senda muy interesante para recorrer es la Senda Perimetral, cuyo itinerario rodea todo el entorno. Pasa por el mirador de Orellán. Si se va por ella también se pueden encontrar restos de los canales hidráulicos que usaban los romanos.

Hay más, adaptadas a las posibilidades de cada uno. La señalización e información no es un problema, ya que están adecuadamente identificadas.

Mirador de Orellán

Si lo que buscas es el selfie definitivo, lo que debes hacer es ir al mirador de Orellán. Subiendo a Las Médulas desde Carucedo debes desviarte a la izquierda hacia el pueblo del mismo nombre. Tras atravesarlo por una carretera rural muy estrecha, se llega a un aparcamiento. El resto de la subida se debe hacer andando. También se puede acceder por las sendas.

Una vez arriba de todo, el paisaje es espectacular. Las paredes de arcilla se recortan entre castaños y otro tipo de árboles, una vista sobrecogedora que recuerda de lo que es capaz el ser humano.

Mirador de Orellán. (Isaac Cruz)

Mirador de Orellán. // (Isaac Cruz)

Galería de Orellán

Justo en el mirador de Orellán está la entrada a una galería excavada por los romanos para sus labores mineras. La entrada son 3 euros, pero se trata de una actividad muy interesante. Tras atravesar un estrecho túnel -teniendo cuidado con la cabeza- llegaremos a un mirador.

La diferencia es que este mirador es fruto puro y duro de los trabajos mineros de aquel entonces. Por la oquedad que dejó la galería también se puede contemplar el paisaje de Las Médulas.

Aula arqueológica

A la entrada de Las Médulas hay habilitada un aula arqueológica. En ella hay vídeos que explican el proceso de minado con réplicas de útiles romanos y diversa información de interés. Asimismo, una maqueta da una fiel imagen de cómo era la zona en la época en que estaba activa la explotación.

Aunque hay que pagar entrada y la duración es breve, su enfoque didáctico permite una aproximación mucho más certera a lo que fueron Las Médulas y supone una ayuda para disfrutar mucho más de la visita. Junto a ella hay un aparcamiento en el que tendremos que dejar el coche, ya que está prohibido estacionar en el pueblo.

Maqueta del aula arqueológica de Las Médulas. (Isaac Cruz)

Maqueta del aula arqueológica de Las Médulas. // (Isaac Cruz)

Comer y dormir en Las Médulas

Tanto en Las Médulas como en Orellán y Carucedo hay numerosos restaurantes en los que podrás disfrutar de la gastronomía local. Incluso alguno se anima con la comida romana, dentro de la temática turística del yacimiento.

Además, hay hoteles, albergues y casas rurales cerca en los que podrás echarte a descansar si tu intención es hacer noche allí. Los amaneceres y ocasos son especialmente espectaculares, con los farallones de arcilla adoptando un tono rojizo, así que no es una opción nada despreciable si vienes de lejos.

¿Cómo ir a Las Médulas desde Ourense?

Si vamos desde la provincia, iremos por la N-120 y justo tras salir de Galicia encontraremos un desvío convenientemente señalizado. Hay que tener cuidado, ya que es la primera salida tras el túnel de La Barosa y nos lo podremos saltar.

Tras ir por una vía comarcal llegaremos a la N-536, que tendremos que tomar a mano izquierda hasta llegar al pueblo de Carucedo. Por la derecha hay un cruce cuya carretera nos llevará al pueblo de Las Médulas.

Si vamos desde Ponferrada, tendremos que ir por la N-536 y al llegar a Carucedo desviarnos por la izquierda. No habrá problemas con perderse, ya que las señales son suficientes. Desde Ourense se tarda algo menos de dos horas, desde O Barco, media hora; desde Ponferrada también se emplean treinta minutos.

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