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La meteorología adversa marcó la temporada de nieve este año

Usuarios de la estación de montaña durante la jornada de ayer junto a uno de los cañones  (JOSÉ PAZ).
photo_camera Usuarios de la estación de montaña durante este domingo junto a uno de los cañones (JOSÉ PAZ).

Manzaneda cuenta con los medios y la inversión, pero quedó lastrada por un invierno muy atípico

"Fue un invierno seco". Es la conclusión de prácticamente la totalidad de las estaciones de esquí repartidas por la península. "Aquí no pudimos abrir hasta el 22 de enero, cuando la temporada anterior ya estábamos a pleno rendimiento en diciembre", apunta Camino Anzules, directora de la estación de Leitariegos. "Desde noviembre hasta ahora, la precipitación natural no ha llegado al metro de nieve; habría que irse a la temporada 1988/89 para ver un invierno tan seco", subraya Gonzalo Morrás, director de Valdezcaray.

Las estaciones de montaña catalanas coinciden en emplear el calificativo de "seco" para una temporada caracterizada por la escasez de precipitaciones de nieve. "Fue una temporada seca", explican en la estación de montaña La Molina, situada en la comarca de la Cerdanya, en pleno Pirineo catalán.

En este complejo invernal explicaron que en los últimos meses apenas se registraron algunas "pequeñas nevadas. Meteorológicamente, fue una temporada complicada", comentan en la estación de montaña. También indican que "hacía tiempo que no se veía una temporada tan seca".

En la estación de Manzaneda, estas condiciones meteorológicas adversas a la práctica del esquí coincidieron con la puesta en marcha del nuevo sistema de innivación, pero apenas ha podido abrir algo más de 15 días sus pistas para la práctica del esquí, incluyendo la jornada de ayer que puso 12 pistas a disposición de los aficionados. El nuevo sistema de innivación fue adjudicado en más de 4,5 millones de euros, y consistió en la instalación de 29 cañones de producción de nieve artificial de última generación, capaces de fabricarla desde -2 grados o -3 grados.

En este sentido, desde Meteogalicia apuntan que "este año tuvimos muchos días con aire del suroeste en las capas medias de la atmósfera, lo que situó la temperatura media por encima de los cinco grados durante gran parte de este invierno", señala Carlos Otero, meteorólogo.

La adjudicataria del sistema de innivación en Manzaneda, Copasa, aportó, adicionalmente, una máquina de producción de nieve, que puede trabajar con temperaturas de hasta 18 grados.

Superadas las pruebas de funcionamiento, los equipos comenzaron a trabajar en febrero, según recordaron en la estación de montaña, desde donde matizan que, si bien el sistema "funciona correctamente", en el complejo invernal gallego aún no le pudieron "sacar todo el partido", debido a las condiciones anómalas registradas. En este sentido, insistieron en que la instalación es nueva y que el poco tiempo que lleva funcionando no permitió que se corrigiesen pequeños detalles, como la limpieza de la suciedad de algunas tuberías o que las balsas de agua terminasen por asentarse. "Influyen muchos factores", explicaron en el complejo invernal de Manzaneda.

Entre esos factores determinantes se situó también el hecho de que cuando llegó el frío de verdad, lo hizo más en los valles que en altura, debido al fenómeno denominado inversión térmica.


Inversión térmica


El fenómeno de inversión térmica consiste en que, por las noches, los fondos de los valles se enfrían más que las zonas elevadas, porque en las montañas, menos protegidas, corre el aire "y en el caso de este año, estamos hablando de aire propio de la situación anticiclónica que fue predominante este invierno, lo que ha impedido, además, la acumulación de humedad y las nevadas", explica el meteorólogo Carlos Otero. El hecho de que el aire en las cumbres se haya "renovado continuamente y no se haya estancado, como ocurre en los valles, ha impedido que el suelo se enfríe ", añade.

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