La Praza María Pita de A Coruña acogió la salida de las 40 personas, oriundas de Mones (Petín), que recorrerán a pie los 230 kilómetros que hay entre la ciudad y su pueblo natal. El acto fue presidido por el director xeral de Relacións Institucionais.
La marcha hacia Mones comenzó en la mañana del viernes 27 de junio su periplo de 230 kilómetros. Casi 40 personas iniciaban una caminata que finalizará dentro de nueve días en el pueblo petinés. La salida fue ayer, en la céntrica Praza María Pita de A Coruña. Los integrantes de esta peculiar peregrinación reivindicativa estuvieron acompañados por el director xeral de Relacións Institucionais, Xoán Antón Pérez Lema, el teniente alcalde coruñés, Miguel González Garcés, y el alcalde de Petín, Miguel Bautista. Para nosotros fue emocionante, comentaba poco después el presidente de la asociación cultural Amigos de Mones, Francisco Blanco.
Coreando lemas como camiñamos por Mones o Mones grita: Quero Camiñar, la expedición se ponía en marcha recorriendo la céntrica Calle Real y abandonando la ciudad herculina por el puente de Pasaje. Estos primeros pasos fueron dubitativos, pues ante ellos ante la incertidumbre por el aguante de los A ver cómo se da, comentaba Francisco Blanco. Ante ellos esperaban los 25 kilómetros de esta primera etapa, que les llevó hasta Betanzos y que comenzó media hora después de lo previsto: las 10,00 horas.
A este retraso se sumó la lentitud con la que discurrió su paso por la ciudad y la incorporación de algunos caminantes que no quisieron perder la ocasión de participar, aunque sólo fuese recorriendo los kilómetros iniciales de una marcha que podría ser considerada histórica para Mones.
La salida fue lenta. Ahora vamos muy retrasados, dijo Francisco Blanco. También explicó que con ellos viajan varios coches de apoyo, destinar a recoger a todos aquellos marchadores que se queden sin fuerzas.
El alcalde de Petín, Miguel Bautista, también estuvo ayer en la Praza de María Pita. El regidor cree que la marcha organizada por los vecinos dalle bombo ao pobo. No obstante, estima que el problema de la despoblación del rural es de muy difícil solución. A xente empeza a vir aos pobos cando se xubila. Pero de qué serve se os rapaces novos se marchan, comenta.
El regidor es consciente del proceso de despoblamiento que atenaza al pueblo de Mones. É dos pobos que morren, dijo. Esta circunstancia fue determinante al inclinar a Miguel Bautista a implicar al Concello petinés en esta peculiar caminata reivindicativa. Las dos pancartas que exhiben los vecinos fueron realizadas por encargo municipal, al igual que el programa de actos programado para el cinco de julio, cuando los marchadores lleguen al pueblo.
Buscando un aprovechamiento turístico
La Marcha a Mones la organiza la asociación cultural Amigos de Mones, que preside Francisco Blanco. Pretende evitar que este pueblo de Petín se convierta en un pueblo fantasma. La larga caminata pretende llamar la atención de posibles empresarios para su aprovechamiento turístico. La iniciativa fue repartida en nueve etapas, que finalizan el cinco de julio, cuando los marchadores recorran la distancia existente entre A Rúa y Mones.
Antes cubrirán otras siete etapas, además de la de ayer, que les llevó desde A Coruña hasta Betanzos. Las restantes son: Betanzos-Guitiriz, Gutiriz-Rábade, Rábade-Lugo, Lugo-Sarria, Sarria-Monforte, Monforte-Quiroga y Quiroga-A Rúa. Los temores de los caminantes se centran en el recorrido de hoy, cuando deberán cubrir los 33 kilómetros entre Betanzos y Guitiriz, incluida la temida Costa da Sal.
Coreando lemas como camiñamos por Mones o Mones grita: Quero Camiñar, la expedición se ponía en marcha recorriendo la céntrica Calle Real y abandonando la ciudad herculina por el puente de Pasaje. Estos primeros pasos fueron dubitativos, pues ante ellos ante la incertidumbre por el aguante de los A ver cómo se da, comentaba Francisco Blanco. Ante ellos esperaban los 25 kilómetros de esta primera etapa, que les llevó hasta Betanzos y que comenzó media hora después de lo previsto: las 10,00 horas.
A este retraso se sumó la lentitud con la que discurrió su paso por la ciudad y la incorporación de algunos caminantes que no quisieron perder la ocasión de participar, aunque sólo fuese recorriendo los kilómetros iniciales de una marcha que podría ser considerada histórica para Mones.
La salida fue lenta. Ahora vamos muy retrasados, dijo Francisco Blanco. También explicó que con ellos viajan varios coches de apoyo, destinar a recoger a todos aquellos marchadores que se queden sin fuerzas.
El alcalde de Petín, Miguel Bautista, también estuvo ayer en la Praza de María Pita. El regidor cree que la marcha organizada por los vecinos dalle bombo ao pobo. No obstante, estima que el problema de la despoblación del rural es de muy difícil solución. A xente empeza a vir aos pobos cando se xubila. Pero de qué serve se os rapaces novos se marchan, comenta.
El regidor es consciente del proceso de despoblamiento que atenaza al pueblo de Mones. É dos pobos que morren, dijo. Esta circunstancia fue determinante al inclinar a Miguel Bautista a implicar al Concello petinés en esta peculiar caminata reivindicativa. Las dos pancartas que exhiben los vecinos fueron realizadas por encargo municipal, al igual que el programa de actos programado para el cinco de julio, cuando los marchadores lleguen al pueblo.
Buscando un aprovechamiento turístico
La Marcha a Mones la organiza la asociación cultural Amigos de Mones, que preside Francisco Blanco. Pretende evitar que este pueblo de Petín se convierta en un pueblo fantasma. La larga caminata pretende llamar la atención de posibles empresarios para su aprovechamiento turístico. La iniciativa fue repartida en nueve etapas, que finalizan el cinco de julio, cuando los marchadores recorran la distancia existente entre A Rúa y Mones.
Antes cubrirán otras siete etapas, además de la de ayer, que les llevó desde A Coruña hasta Betanzos. Las restantes son: Betanzos-Guitiriz, Gutiriz-Rábade, Rábade-Lugo, Lugo-Sarria, Sarria-Monforte, Monforte-Quiroga y Quiroga-A Rúa. Los temores de los caminantes se centran en el recorrido de hoy, cuando deberán cubrir los 33 kilómetros entre Betanzos y Guitiriz, incluida la temida Costa da Sal.
