El pueblo de Éntoma (O Barco) no se conformó con crear el campeonato de lanzamiento de azada. Sus vecinos fueron más lejos y dieron forma a un monumento a los útiles agrícolas.
La original creación de metal, la diseñó Raúl Díez, y está formada por la unión de numerosas piezas metálicas. La escultura fue colocada en la zona de descanso de la plaza, que también incluye varias mesas y bancos montados por el ya finalizado obradoiro de emprego do Camiño de Inverno.