La motobomba cedida al GES de O Barco permanece parada

La vegetación comienza a rodear a la motobomba cedida al GES. (J. C.)
photo_camera La vegetación comienza a rodear a la motobomba cedida al GES. (J. C.)

Medio Rural “lamenta” que el Concello de O Barco siga sin querer utilizar la motobomba, después de haber sido llevada al taller

La motobomba cedida en julio por la Consellería do Medio Rural al Concello de O Barco en 2019 continúa estacionada en un taller mecánico de Vilamartín al que fue trasladada para ser objeto de ciertas reparaciones. La solicitud de reversión que en noviembre de 2022 envió el alcalde barquense, Alfredo García Rodríguez, a Santiago aún no fue contestada por el departamento autonómico, según apuntaron fuentes de Medio Rural.

En la Consellería afirmaron lamentar “que o Concello siga sen querer facer uso da motobomba cedida ao Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de O Barco de Valdeorras o pasado ano 2019”. En este departamento insisten en que “ante a existencia dalgunhas deficiencias, foi levada ao taller e arranxada a cargo da Consellería do Medio Rural”. Pese a la reparación, el vehículo continúa en el mismo lugar donde fue aparcado tras los trabajos. Aquí lleva meses parado y la vegetación comienza a invadirlo.

Esta circunstancia es conocida en Medio Rural, que afirmó que “malia os avisos efectuados ao respecto, ata o momento o Concello do Barco non acudiu recollela e mesmo comunicou a súa decisión de reverter a cesión do vehículo, unha cuestión que a Xunta está avaliando actualmente”.

Fuentes próximas a Medio Rural indicaron que la motobomba, que había sido utilizada anteriormente, fue enviada al taller por deficiencias como la ausencia de cinturones de seguridad o de los calzos, siendo objeto de una reparación que fue valorada en torno a los 2.000 euros.

El escrito remitido desde el Concello barquense expone una situación totalmente opuesta, pues dice que los operarios del GES que fueron a recogerla encontraron importantes deficiencias, con los manómetros de presión y aspersores superiores averiados, la imposibilidad de regular el asiento del conductor, carencia de equipamiento, el chasis torcido y las luces lanzadestellos de color naranja en lugar del azul reglamentario. El arreglo de todos estos defectos supondría un gasto no inferior a 15.000 euros, una cantidad a la que habría que añadir la adquisición de los equipos de prevención y extinción de incendios forestales, un coste que el Concello no está dispuesto a asumir, por lo que solicitó la reversión.

Las mismas fuentes próximas a la Consellería se ratificaron en que la motobomba es similar a la que Medio Rural entregó al Concello de A Veiga, donde el GES sí la está utilizando, una vez que el Concello la dotó con los equipos de intervención que precisa.

La situación en que se encuentra este vehículo fue objeto de una pregunta que el concejal del BNG, Xesús Vilasánchez, formuló en un pleno municipal.

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