La dirección explica que la empresa tendrá que amortizar la inversión de tres millones de euros

La nueva fábrica barquense de Cedie seguirá produciendo desulfurante para la siderurgia

La maquinaria de elaboración de los encapsulados Cedifil, usados en la siderurgia, llegará a principios de año a las nuevas instalaciones de la barquense avenida de Galicia. Lo anunció el presidente ejecutivo del Grupo Cedie, Isidoro Pardilla, quien cifró en tres millones de euros la inversión realizada en urbanizar los terrenos y en la nave. La importancia de esta cifra permite a la dirección garantizar que la actividad seguirá, con independencia de los planes de Gas Natural, nueva propietaria de Cedie, tras absorber a Unión Fenosa.
El Grupo Cedie invertirá aproximadamente tres millones de euros en la urbanización de los terrenos y en la construcción de la nueva fábrica de Cedifil, la marca de los encapsulados que la industria barquense destina a la industria siderúrgica para eliminar el azufre del acero. La importancia de esta suma fue el argumento que eligió el presidente ejecutivo de Cedie, Isidoro Pardilla, para asegurar que la factoría barquense seguirá trabajando, con independencia de los planes de futuro de su nuevo propietario, Gas Natural, tras la absorción de Unión Fenosa.
“Hay una nave nueva y hay que amortizarla”, afirmó el directivo, quien añadió que en estos momentos en Gas Natural no hay ninguna decisión tomada respecto al futuro de la química de O Barco. No descarta su venta y explica que el grupo gasístico deberá desprenderse de activos por decisión de la Comisión Nacional de la Energía. En todo caso, una opción que descarta tajantemente Isidoro Pardilla es la de la especulación urbanística. “Jamás se usará Cedie para pegar un pelotazo urbanístico. Cualquier opción de Gas Natural estará encaminada a continuar con el proceso industrial”, dijo.

Mientras los trabajadores de Cedie esperan acontecimientos, las obras de la nueva fábrica continúan a buen ritmo. Los directivos confían en que la maquinaria comience a instalarse a principios de 2010.

Dos proyectos a la espera del final de la crisis

La crisis del sector de la Construcción suspendió temporalmente los dos planes de la sociedad Cedisolar, participada por Cedie (38,2%), Rioglass Solar Holding (51,75%) y Xes Galicia (10%), para O Barco. El primero de ellos contempla la construcción de una fábrica destinada a elaborar TCO (óxido conductor transparente), material que se usa para tratar el vidrio que sirve de “materia prima” en el proceso de fabricación de paneles solares.
La segunda iniciativa que fue paralizada provisionalmente es la construcción de una industia de vidrio de altas prestaciones para viviendas.

La crisis del sector de la Construcción llevó a los directivos del Grupo Cedie a aparcar estas dos iniciativas, a la espera de que la actividad comience a repuntar. “A ver si comienza a cambiar la situación”, comentó Isidoro Pardilla.

Los planes inversores del grupo empresarial no están descartados, sino aparcados en tanto no mejora el panorama económico. En esta situación están, tanto los dos proyectos de Cedisolar citados, cuyo presupuesto supera los 32 millones de euros, como los planes de construcción de un parque empresarial denominado de Energía y Sostenibilidad, que ocupará una superficie aproximada de 17 hectáreas.

Restaurada la mitad de la cantera

En los últimos años, la producción de la cantera de caliza que Cedie explota en Xagoaza descendió significativamente debido en buena medida al cierre de sus líneas de cal y carburo. La extracción de mineral llegó a alcanzar las 100.000 toneladas anuales, una cifra que es impensable en estos momentos, cuando el volumen producido apenas alcanza las 15.000 actuales. Para arrancarlas, la empresa se vale de la escasa maquinaria que aún sigue trabajando en la zona Este de la explotación.

Este abandono de la actividad en buena parte de la cantera permitió acometer la restauración de su mitad superior. Los trabajos se desarrollaron entre los años 2005 y 2007, centrándose en la parte alta de la zona Oeste. Durante esos tres años, la tierra se fue arrojando a la parte inferior para crear varios bancales, con una anchura de entre cuatro y seis metros.

Los planes de la industria barquense pasan por revegetar la cantera y con esta finalizada se plantaron pinos, “xestas” y otros arbustos autóctonos. Esta vegetación comenzará en breve a ser visible en la villa barquense, desde la que se puede observar la evolución de la explotación, ubicada a escasa distancia. Esta iniciativa conseguir mejorar la imagen del entorno paulatinamente, con el crecimiento de las especies plantadas.

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