Dos nuevas averías en Valdeorras ponen en evidencia el déficit ferroviario

Subirse a un tren para ir o venir de Valdeorras implica asumir que el viajero podría acumular un importante retraso al llegar a su destino. Este fin de semana, una avería en la catenaria el viernes y otra en un convoy el domingo provocaron importantes demoras en un Alvia y un Regional Exprés, respectivamente. En la primera, los pasajeros tuvieron que ser trasladados por carretera al quedarse el Alvia detenido en la estación de O Barco, sin posibilidad de continuar el trayecto. Una avería en la catenaria entre esta parada y la de A Rúa —un tramo que ya había experimentado una incidencia similar en 2019— obligó a cortar el tráfico ferroviario, afectando también a un mercancías en la estación ruesa. Una avería obliga a interrumpir la circulación de trenes entre A Rúa y Vilamartín La del domingo, entre Ourense y Monforte, no tuvo como motivo un fallo en la infraestructura, sino en el material rodante. Cristina, una pasajera de 21 años afectada, viajaba en el Regional Exprés. Al llegar a las proximidades de Santo Estevo su convoy se detuvo “debido a una incidencia técnica del tren precedente”, tal y como explicaba el correo que le mandó Renfe. Aunque el personal les informó de la situación y “por lo menos el aire acondicionado estaba encendido”, la máquina expendedora no funcionaba. Algo que en plena tarde y rozando los 30 grados les dejó “muertos de sed”, según sus palabras. La llegada a su destino se retrasó dos horas. "No tenemos ni infraestructuras mínimas" Estos retrasos ya entran en la normalidad de los valdeorreses, que ven con hastío cómo a una infraestructura deficiente se le suma el empleo de material rodante antiguo. Aproximadamente 3 de cada 100 trenes que circulan en la línea sufren un problema que los retrasa más de 15 minutos, según los datos que aportó el Gobierno en respuesta a una pregunta del PP. También sufre el problema un sector empresarial que ve cómo se pierden oportunidades a raíz de la incomunicación. Araceli Fernández, presidenta de AEVA, comentó que “es tan repetitivo que la gente se cansa de escucharlo, pero es un problema grave” y se quejó de la poca atención que se le presta a vertebrar el rural: “Lo poco que nos dan no funciona. Tenemos que tener infraestructuras mínimas. No tenemos ni mínimas”. Adif, consultada para dar su versión de los hechos, no dio respuesta al cierre de esta edición. Desde Renfe comentaron sobre el tren del domingo que se trató de "una incidencia puntual", y confirmaron que los regionales no cuentan con máquinas expendedoras. Crítica a la falta de mantenimiento Juan Francisco Sánchez, portavoz del sindicato CGT, señaló que el material rodante en servicio son vehículos “de hace ya 40 años”. Apuntó que las líneas convencionales “están quedando en un segundo plano a nivel de inversión” debido al AVE, algo que se traduce en un mantenimiento “correctivo, pero no preventivo”; esto es, que se reparan las averías una vez producidas, pero no se revisa la vía para que no tengan lugar. Además, afirmó que los regionales llevan casi un mes sin interventor, por lo que no se venden billetes a viajeros que luego no aparecen en las estadísticas de usuarios. El diputado popular Celso Delgado habló de la “fiabilidad escasa” del servicio ferroviario. “Qué vamos a decir, es una sucesión constante de problemas que evidencia que no se está haciendo el mantenimiento adecuado, y que las pretendidas mejoras de la línea no se están viendo por ningún lugar. Los viajeros no tienen la certeza de que los trenes lleguen y salgan a su hora”, se lamentó. El senador del PSOE, Miguel Bautista, comentó que “tendrán que hacer mejoras en la línea, lógicamente, porque hay algunas pendientes”. Por último, sentenció que “se sabe que esta línea va a quedar para mercancías y para algún regional”.