Ocurrieron el fin de semana en las zonas de copas de la villa y se saldaron con una mujer herida
El buen tiempo regresó a O Barco acompañado por varios sucesos violentos. Los más graves ocurrieron en la madrugada del pasado domingo, en la zona de Abdón Blanco y Paseo do Malecón. Estos lugares fueron escenario de dos peleas, que iniciaron personas de origen latinoamericano y que obligaron a la patrulla de la Guardia Civil desplazada hasta la zona a pedir refuerzos. También los agentes de la Policía Local se vieron amenazados cuando accedían a un establecimiento hostelero para denunciar que permanecía abierto muchos minutos después de la hora de cierre autorizada.
Una de las trifulcas comenzó cuando dos mujeres se enzarzaron en una violenta pelea. Al acudir los agentes de la Guardia Civil de O Barco, estos fueron arrinconados, viéndose obligados a pedir refuerzos para que la situación no se les fuese de las manos. El conflicto se saldó con el traslado de una mujer al Hospital Comarcal Valdeorras con fuertes contusiones.
Esa misma madrugada, dos hombres se enfrentaban, dando inicio a otra riña que también obligó a esmerarse a los efectivos de las fuerzas de seguridad, desplazados al Paseo do Malecón.
La Policía Local también se sintió amenazada, pero fue por las personas que se encontraban en un pub. Estas recibieron a los agentes con hostilidad cuando procedía a informar que ya habían transcurrido excesivos minutos desde la hora legal de cierre: las 5,00 horas.
"Parece que todo lo que sucede es por esta zona. Es como si hubiese interés en hundir a la hostelería. Cualquier día va a haber una desgracia" comentaron fuentes vecinales. En las calles de copas casi nadie está dispuesto a dar su nombre cuando se trata de pronunciarse sobre las peleas, daños en coches y en mobiliario público.
El problema no es nuevo. En diciembre de 2017, el barrio vivió otras dos fuertes peleas, que se saldaron con sendos heridos, trasladados al Hospital Comarcal Valdeorras. Por esas fechas, varios establecimientos de la villa fueron objetos de robos y destrozos, generando la consiguiente alarma en colectivos como el formado por los hosteleros. De tal forma que la Asociación Empresarial de Valdeorras (AEVA), que preside Araceli Fernández del Palacio, no dudaba en manifestar su preocupación por la violencia de los fines de semana. Todo este malestar, desembocó en la convocatoria de una reunión de la Junta Local de Seguridad Ciudadá de O Barco. Este órgano se reunió en marzo, confirmando el aumento de las reyertas, por lo que los asistentes decidieron reforzar la vigilancia y aumentar la coordinación entre los agentes de la Guardia Civil y Policía Local.
Ayer, el alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, si bien indicó que el problema "me preocupa", también dijo que "peleas no hay todos los fines de semana" y añadió que generalmente se originan entre personas de un mismo colectivo. Esta afirmación le llevó a considerar difícil dar con la solución, pero también le permitió invitar a la población a pasear por esas zonas, pues las considera seguras para el resto de vecinos.
García: "La ley debería ser mucho más restrictiva"
El regidor puso sobre la mesa la importancia del colectivo de refugiados llegados a Valdeorras: 77 y que la mayoría de ellos residen en O Barco. "Si hay un concello que se implica en el apoyo a los inmigrantes es este", dijo Alfredo García. Esta circunstancia no evita que "determinadas personas den problemas reiteradamente. La Ley debería ser más restrictiva, debería prever alguna solución más drástica. Los vecinos lo verían bien", afirmó el alcalde. A principios de año, más del 7 % de los habitantes de O Barco eran extranjeros: 1.039 de un total 13.497.
