Transmite su "solidaridad y comprensión" en un escrito que envió al denunciado por el cura de Veigamuiños
El Obispado de Astorga rechaza cualquier relación con la querella por injurias y calumnias que interpuso el cura Ángel Sánchez Cao, apartado en enero de la parroquia de Veigamuiños y del ejercicio del ministerio (O Barco), contra la persona que lo denunció por un posible delito de "abusos a menores cometidos en el año 1980", según el Obispado.
Un escrito de la delegada episcopal de Protección de Menores y Acompañamiento a las Víctimas, María José Díez Alonso, dice que "las acciones judiciales civiles iniciadas por Sánchez Cao contra su persona parten de su actuación como persona física, siendo totalmente ajenas al proceso canónico abierto contra dicho sacerdote", que está pendiente de la Congregación de la Doctrina de la Fe.
La carta continúa señalando que, como Delegación Episcopal encargada de la atención a las víctimas de abusos, "queremos expresarle nuestra solidaridad y comprensión, entendiendo que esta demanda puede estarle causando un enorme daño personal, familiar, social y moral", por lo que se ofrece a "acompañarle y asesorarle", esperando reunirse con el denunciado en breve.
