La decisión de retirar hacia el cauce del Sil 2 de los 11 vagones que descarrilaron en Sobradelo (Carballeda de Valdeorras) disgustó a la presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). "Lamento profundamente lo que ha sucedido y comprendo la indignación generada, no solo como presidenta de Adif, también como gallega, porque conozco el valor natural de la zona", dijo ayer Isabel Pardo de Vera. Este malestar llevó a su departamento a estudiar una modificación normativa para cambiar las condiciones de los operadores ferroviarios, buscando un mayor respeto con el medio ambiente. Esta variación sería propuesta al Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana e incluiría una cobertura específica con un seguro de responsabilidad civil para daños ambientales que puedan ocasionar los operadores.
La presidenta del Adif confirmó la investigación iniciada para esclarecer los hechos ocurridos el pasado 3 de agosto. "Se abrirán los expedientes disciplinarios laborales correspondientes y se tomarán las acciones oportunas", afirmó Pardo de Vera, quien explicó que pretende que sirvan de "efecto disuasorio". Y es que en todo momento insistió en "reafirmar el compromiso de Adif con la protección del medio ambiente". En este sentido, apuntó que los tres pilares de la empresa que dirige son "sostenibilidad y seguridad".
La alcaldesa de Carballeda pidió la cesión o venta al concello de los terrenos próximos a la vía, mal conservados
En el lugar donde ocurrió el descarrilamiento, Isabel Pardo subrayó las dificultades para retirar los vagones, tanto por "la altura de la vía o el posicionamiento de las grúas en la plataforma ferroviaria, con un peso considerable y a una altura también considerable". Una vez finalizada la retirada de los vagones, después de que estos fuesen despiezados, la presidenta hizo suyas las afirmaciones del presidente de la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, José Antonio Quiroga Díaz, y afirmó: "Parece que los impactos han sido mínimos".
Hay que recordar que la Consellería de Medio Ambiente Territorio e Vivenda también abrió un expediente, que prevé una multa inicial de 35.000 euros, iniciando la Fiscalía otra investigación. Además, está pendiente de determinar la causa del descarrilamiento, que intentan averiguar el Adif y la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios.
Pardo de Vera salió al paso de las críticas del sindicato ferroviario de CGT por un posible mantenimiento deficiente de la línea. "La red ferroviaria de Valdeorras no tuvo grandes incidencias en los últimos cinco años por las infraestructuras. Hubo tres desprendimientos que ocasionaron un descarrilamiento y otras dos incidencias", afirmó. Seguidamente, explicó que "los niveles de mantenimiento en Galicia son más que tolerables y aceptables, si no, no habría circulación".
La visita fue aprovechada por la alcaldesa de Carballeda, María del Carmen González, para arrancar el compromiso de que el Adif estudiará la cesión o venta al Concello de los terrenos próximos a la vía y que, actualmente, están en un estado de conservación deficiente.
Los trenes vuelven a circular por el tramo de Sobradelo, entre León y Monforte
Pocas horas después de que la presidenta del Adif visitase el lugar donde descarrilaron los 11 vagones de un mercancías que circulaba vacío, los trenes volvían a correr sobre los raíles, después de restablecerse el servicio ferroviario.
Tardarán algún tiempo más en desplazarse por la línea los convoyes del futuro Corredor Atlántico Ferroviario, que incluye la línea León-Monforte. En Sobradelo, Isabel Pardo indicó la importancia de esta iniciativa y lo muy avanzados que están buena parte de los proyectos. La máxima responsable del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias subrayó que "gran parte estarán ejecutables en el 21-23, porque ya están hechos", una circunstancia "importante en el marco de la crisis de la pandemia". En este sentido, añadió que su ejecución "será clave en este periodo tan difícil del 20-21 y posiblemente del 22. Serán alma, motor y despegue del ferrocarril".
