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Patrimonio obliga a modificar la circunvalación de O Barco

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photo_camera Paraje próximo al núcleo de Millarouso, donde está prevista la construcción del viaducto.

Un yacimiento arqueológico "mueve" un puente y encarece el proyecto en un millón de euros

El yacimiento arqueológico próximo a la aldea de Millarouso (O Barco) encarecerá en más de un millón de euros la carretera que comunicará la N-536 con la N-120, también conocida como la futura circunvalación barquense. La presencia de estériles procedentes de explotaciones auríferas en las orillas del río Sil, similares a los localizados en el pueblo de Éntoma, llevaron a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural a solicitar alternativas.

La solución que encontraron los técnicos fue sencilla: ampliar el viaducto que cruza el río Sil para que también sobrevuele el yacimiento arqueológico, según explicó ayer el alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez. Esta modificación aumentará la longitud prevista inicialmente para el puente: 410 metros.

En todo caso, el proyecto modificado ya está en Madrid, en la sede del Ministerio de Fomento, a la espera de recibir la aprobación definitiva. El alcalde se mostró optimista respecto al espaldarazo del Gobierno central. Alfredo García calcula que dará su visto bueno en las próximas semanas. Inmediatamente después, deberían comenzar los trámites para la adjudicación y el inicio de la obra.

El coste de la modificación del proyecto se sumará a los 59,7 millones de euros que estimó inicialmente por el Ministerio de Fomento, el mismo que aprobó el diseño realizado por los técnicos el pasado mes de febrero.

El informe de Patrimonio no fue el único obstáculo que encontró el proyecto. Además, presentaron alegaciones varios colectivos y organismos, desde algunos vecinos y empresarios, hasta el Concello de Carballeda, la Diputación o Iberdrola, registrando varias modificaciones el trazado inicial. Las más importantes están localizadas en Candís y en el cruce de Sobradelo.

Alejar el tráfico pesado de las calles barquenses

La conexión entre las carreteras N-536 y N-120 tendrá una longitud de 5,6 kilómetros, es la distancia que separa el cruce de Sobradelo -que da acceso a las canteras de pizarra- y las inmediaciones del acceso este a O Barco, desde la N-120. Su construcción es reivindicada desde hace años por la sociedad barquense. El paso del tráfico pesado del sector de la pizarra por el casco urbano de la villa supone un serio peligro para la población, siendo varios los accidentes en los que se vieron involucrados estos vehículos. Esta circunstancia fue tomada en consideración por Fomento cuando asumió la obra. Son dos sus argumentos: "Servir como variante de población, que evite el paso por el interior del núcleo urbano y especialmente de los vehículos pesados". Además, pretende "mejorar las comunicaciones de toda la comarca de Valdeorras". Para evitar la villa, los redactores del proyecto diseñaron, además del viaducto, un túnel de 490 metros de largo, en O Serro.

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