La XXI Festa da Freba, de Petín fue el momento elegido para homenajear a la familia que, desde hace años, organiza la procesión de La Soledad, también llamada “de los caracoles”, en la Semana Santa. Pilar Rodríguez, de 82 años, fue quien recogió, en representación de todos sus familiares, el ramo de flores y la placa que le entregó la alcaldesa, Raquel Bautista, momentos antes de que comenzase el evento gastronómico. “Quisimos dársela a alguien que mantuviese una tradición de Petín”, explicaba la regidora momentos antes.
El homenaje fue el pistoletazo de salida de un evento gastronómico que ayer reunió a aproximadamente 450 personas en la pista polideportiva del Teleclub petinés. Los primeros comensales comenzaron a entrar a las 14,30 horas, pero los preparativos empezaron mucho antes en las inmediaciones, con la preparación de las brasas y las parrillas donde fue asada la carne de cerdo que da nombre a la fiesta.
En el exterior de la cancha deportiva de Petín eran cocinados 200 kilos de frebas siguiendo el método tradicional de repartirlas sobre parrillas colocadas sobre brasas. A escasos metros, pero ya bajo una carpa, fueron preparados 700 kilos de chorizos, así como otros 200 de patatas. Ambos platos encabezaron un menú que comenzó con un consomé con picatostes, que también incluyó la torta tradicional de la zona en el postre, y de cuya elaboración se encargó la empresa Mantesil.
Los voluntarios de Protección Civil de Petín se sumaron a la organización del evento, colaborando en el control de las entradas que fueron mostrando los asistentes y nada más dar paso a los últimos comensales, accedían al recinto polideportivo con el primer plato -consomé con picatostes- los camareros, quienes fueron recibidos con una estruendosa ovación de los asistentes.
La fiesta no acabó cuando el equipo de camareros repartió café y chupitos en las mesas. Una vez finalizado el capítulo gastronómico dio comienzo el musical. De aportar la música para animar a los asistentes se encargó la discoteca móvil Danzalia, cuyos equipos fueron colocados sobre un pequeño palco levantado en un extremo de la cancha.
Esta XXI edición de la Festa da Freba recuperó exitosamente una comida popular que el Concello suspendió hace un año a causa de la pandemia del covid-19.
