El deterioro que determinadas carreteras locales y los gastos de mantenimiento que conlleva la retirada de la tierra que arrastra la lluvia preocupa al equipo de gobierno de Vilamartín de Valdeorras. Para resolver este problema, que afecta principalmente a las viñas próximas a Córgomo, su alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, solicitó la ayuda de la Consellería do Medio Rural.
A la espera de una respuesta de este organismo, el regidor invitó a los viticultores a respetar el código de buenas prácticas. "Lo deberían tener en cuenta los agricultores", afirmó Enrique Álvarez.
Algunos de los productores comenzaron a tomar medidas ante un problema, el de los arrastres de la tierra, que no solo causa trastornos al Concello. También los viticultores resultan perjudicados al perder el suelo fértil que es arrastrado por el agua de lluvia hacia la carretera. Algunos de ellos comenzaron a tomar medidas. La primera, que ayer apuntó el alcalde, fue plantar herbáceas, incluso algún tipo de cereal (trigo o centeno) en las viñas, pues al crecer las raíces sujetan la tierra reduciendo la erosión.
El problema es consecuencia de una búsqueda de la mayor superficie posible de viñedo al objeto de permitir el empleo de maquinaria. Con esta finalidad, algunos productores acercan las nuevas plantaciones hasta el borde de la carretera para posibilitar las maniobras. También influye el cambio en el sentido de la plantación, que actualmente facilita un mayor arrastre de la tierra por el agua.
