La población de O Barco frena su descenso después de 10 años

El padrón provisional de habitantes de O Barco refleja un estancamiento de la población y confirma el frenazo de la tendencia descendente de los años anteriores. Si en 2020 este dato era de 13.431 personas, el citado registro reflejaba el lunes 13.447, cifra que incluso supone un ligero aumento de 16 barquenses. Cabe reseñar que el Concello había alcanzado en 2009 los 14.213, comenzando entonces una caída que en 2019 tocó fondo con 13.395 registros. El alcalde de O Barco, Alfredo García Rodríguez, valoró favorablemente este frenazo a la caída de la población en la villa. "Es una buena señal, pues estábamos bajando", dijo. La vuelta al rural que acompañó a la crisis sanitaria del covid-19 o una oferta de empleo que el sector pizarrero no logra agotar son dos de los factores que influyen en la situación. "En la pizarra contratan a todo el que quiera trabajar", apuntó el regidor, refiriéndose a la demanda de trabajadores en las canteras. Alfredo García no es el único que se refiere a la demanda de mano de obra que realizan las pizarreras. Los empresarios llevan mucho tiempo mostrando su preocupación ante los problemas que encuentran a la hora de cubrir vacantes de trabajadores, especialmente en aquellos puestos que requieren de alguna cualificación. O Barco logró frenar la pérdida de población pero lo consiguió gracias a la llegada de inmigrantes de otras nacionalidades. El número de españoles sigue bajando y pasó de 12.302 en 2020 a los actuales 12.180, o lo que es lo mismo, son 122 habitantes menos que hace un año. Esta bajada de la población nacional es cubierta por quienes se incorporan al padrón, procedentes de otros países. En estos momentos ya son 1.267 los empadronados con nacionalidad distinta a la española. Actualmente, el colectivo de extranjeros se aproxima al 10% (más concretamente, supera el 9,4 %) del total de habitantes de O Barco. Entre las nacionalidades que más aumentan su representación en el padrón barquense sobresale la colombiana, un colectivo que forman 114 habitantes, 30 más que el año pasado. También aumentaron, si bien de forma no tan significativa, los inmigrantes llegados de Marruecos (112, 16 más que en 2020) y Honduras (33 y 13). Sucede todo lo contrario con la población portuguesa, que continúa su descenso paulatino. En el último año pasó de 465 a 461, siempre según los datos del padrón provisional de O Barco. Ya en referencia al género de los empadronados, destaca la mayor presencia de la mujer sobre el hombre, con 6.908 por 6.539 anotaciones. El alcalde barquense valoró favorablemente el frenazo a la pérdida de habitantes, si bien consideró que la situación podría ser muy diferente. En este sentido, se quejó del problema que plantean aquellas familias que, pese a estar empadronados en concellos próximos, rechazan inscribirse en el padrón de O Barco. "Hay gente que reside aquí y disfruta de los servicios que ofrece el Concello pero que no está empadronada", dijo Alfredo García. El regidor continuó apuntando que este hecho "supone una pérdida de aportaciones del Estado y la Xunta. "Hay que empadronarse donde uno reside", añadió.