La producción de arándano azul, un fruto considerado por los nutricionistas como un “superalimento”, ya ocupa 23 hectáreas del concello de A Veiga. Son cuatro los productores, según apuntó Alberto Murias, el último en sumarse a este cultivo, que el alcalde, Juan Anta, considera “unha alternativa que nos parece fantástica. É un sector que creará man de obra, persoas que terán traballo e vivirán na Veiga”.
La plantación de Alberto Murias está próxima a otra apuesta del Concello: el Centro Astronómico Trevinca. No lejos de los telescopios trabaja siete hectáreas para producir arándanos, un cultivo iniciado el año pasado. Ingeniero informático de profesión, este productor compagina el teletrabajo con la explotación de arándanos. Llegó al concello buscando reencontrarse con su familia y también escapando del “ritmo frenético” de Madrid y de las ciudades del extranjero donde vivió. Ahora, asegura rotundo: “Mi idea es quedarme aquí”.
Los arándanos, apreciados en el extranjero
Son muchos los beneficios de consumir arándanos, un fruto antioxidante, bueno para numerosos órganos -desde el hígado hasta el pulmón o el intestino- y también para la vejez. Estas cualidades son apreciadas en países como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Polonia, Suecia o los Países Bajos, estando España en el vagón de cola del consumo, circunstancia que desvía casi toda la producción nacional (Huelva, Cantabria o Asturias) a la exportación.
Alberto Murias explicó que el ciclo de esta planta es muy parecido al de la vid, si bien obliga a recoger la cosecha a mano y fruto a fruto y que el máximo de la producción se consigue al sexto año. Añadió que en A Veiga se dan dos factores básicos: frío y un terreno con una materia orgánica que en el municipio alcanza el 3%.
