Los valdeorreses podrán volver a realizar sus compras en la feria de Viloira el próximo 6 de diciembre. El Concello de O Barco de Valdeorras anunció ayer el levantamiento de la suspensión aprobada en octubre ante la preocupante situación sanitaria de la comarca en esos momentos. La disminución del número de casos activos de covid-19 en la zona permitió recuperar la feria mensual, en una decisión que podría cambiar si cambia la tendencia si se da el caso de que los positivos de coronavirus vuelven a aumentar.
El desarrollo de la actividad dentro del recinto ferial será supervisado por los agentes de la Policía Local, quienes velarán por el cumplimiento de las medidas de seguridad que aparecen recogilas en los protocolos elaborados para la prevención de contagios. Además, vigilarán la afluencia de personas a Viloira, pudiendo decidir el cierre de las entradas a la feria si el aforo es mayor que los límites establecidos.
El Concello apostó por la seguridad de visitantes y feriantes, decidiendo extremar las medidas sanitarias que marcaron las autoridades en materia de sanidad. Este es el motivo de la decisión de colocar vallas estableciendo diferentes sentidos de circulación dentro del recinto, delimitando asimismo sus entradas y salidas diferenciadas. Esta iniciativa tiene por objeto evitar que las personas se crucen dentro del recinto y reducir al máximo el riesgo de posibles contagios.
Con el objetivo de garantizar la seguridad sanitaria durante la feria, el Concello solicitó a los feriantes que apliquen las diferentes medidas preventivas recogidas en las normas que rigen la realización de actividades comerciales al aire libre. Entre ellas sobresalen la utilización de mascarillas, la puesta a disposición de los clientes de envases con gel hidroalcohólico o mantener las distancias que deberán separar los puestos.
La actividad cultural vuelve a la villa
La recuperación de la feria mensual de Viloira se suma a otras decisiones municipales que conducen al Concello de O Barco a reiniciar paulatinamente su actividad, siempre dentro de las medidas de seguridad y protocolos que fijan las autoridades sanitarias.
Primero fue la apertura de los parques infantiles, el "skatepark" y la ZEC (zona de esparcimiento canino), después llegó el comienzo de las proyecciones del cine club Groucho Marx y las representaciones en el Teatro Lauro Olmo, un auditorio al que vuelven las sesiones de cine comercial el 3 de diciembre. La Concejalía de Cultura e Educación recurrió a la empresa que las inició, toda vez que el Concello mantiene un proceso judicial para reclamar el canon que debería ingresar la última concesionaria. Eso sí, solo podrán sentarse en sus 275 butacas 60 espectadores.
