Los 'quads' estresan a las vacas de Petín

Un ganadero de Santoalla (Petín) tiene problemas para conseguir que tres reses de raza caldelá que pastan en el monte vuelvan al establo. Otras dos tuvo que arrastrarlas atadas al Land Rover después de ser perseguidas por varios “quads”. No son los únicos animales que se espantan por este motivo. En Correxais (Vilamartín), otro ganadero comentó el peligro que vivió al desbocarse varias de sus vacas por una acción similar. Los veterinarios indican que estas situaciones provocan estrés en los animales.
Tres de las 20 reses de Julio Rodríguez, un ganadero de Santoalla (Petín), llevan días sin volver al establo. Son ejemplares de raza caldelá que fueron perseguidas por un grupo de conductores de “quads”. Desde entonces, “cando escoitan un motor se esconden”, según explica el preocupado ganadero. Otras dos reses que también sufrieron el acoso de estos “pilotos” fueron arrastradas al pueblo atadas a un Land-Rover. Fue la única solución que encontró su propietario para reintegrarlas a la cuadra.
Julio Rodríguez recuerda que antes de que los “quads” persiguieran a sus vacas, éstas no se movían de las pistas forestales. Ahora, busca un arma adecuada para dispararles un dardo narcótico y poder transportarlas dormidas a los establos. “Teño permiso de armas, pero non a escopeta”, comentó.
El afectado se queja de que “ninguén lles di nada” a quienes aprovechan el “quad” para realizar estas acciones. No es el único que se queja airadamente. En Correxais (Vilamartín), Pedro López -propietario de 30 vacas y de varias cabras- advirtió a estos pilotos “que ía chamar ao Seprona da Garda Civil, anque eu quero solucionalo polas boas”. Su ganado también sufre las acciones de estos vehículos y de alguna que otra moto.
Recuerda que, en una ocasión, estuvo a punto de ser arrollado por varias reses que fueron espantadas por estos “motoristas”. “Tiven que deixalas pasar medio desbocadas”, comentó.
El ganado acostumbrado a pastar en el monte y, en particular, las reses de raza caldelá -también conocidas por morenas del Noroeste-, “está acostumado a estar so, non con xente”, comenta un veterinario valdeorrés. Considera que el caso de las reses que se esconden al oír cualquier motor “é un caso claro de estrés”. En todo caso, afirma que en estas “razas rústicas” se producen de vez en cuando este tipo de situaciones.
Los ganaderos no son los únicos perjudicados por la acción de algunos pilotos de “quads”. Lo asegura José María Rodríguez, presidente del Motoclub Valdeorras. Después de asegurar que este colectivo tiene un “máximo respeto polo medio ambiente”, indicó que este tipo de acciones ponen en contra suya a los vecinos de los pueblos. “Despois, cando imos pedir permiso para que unha proba pase polas pistas pagamos o pato, por culpa de estes cafres, que en vez de reducir aceleran”, dijo.

Te puede interesar