Las quejas vecinales abocan al Concello de O Barco a asumir las piscinas municipales

El Concello de O Barco asumirá el cuidado de las piscinas municipales el próximo verano. Lo anunció el concejal de Xuventude e Deporte, Martín Gómez, ante las quejas que recibe desde que decidió sacar a concurso su gestión. Esta afirmación la realizó después de reunirse con un grupo de vecinas que protestaron por no poder inscribir a sus hijos en los cursillos de natación. El edil criticó la falta de riego del césped y la conservación del mobiliario. A su vez, la concesionaria afirmó que los fallos serán corregidos.
Los defectos encontrados por el equipo de gobierno de O Barco en las piscinas municipales llevaron al concejal de Xuventude e Deportes, Martín Gómez, a desestimar volver a sacar a concurso su funcionamiento, el cual será asumido por el Concello. “El césped está sin regar pese a que el sistema es automático”, comentó el edil.
También se quejó de los fallos detectados en la conservación del mobiliario, como la rotura de alguna puerta. No obstante, insistió en que “el agua está bien” y reúne perfectas condiciones para el baño.
“El año que viene va a coger las piscinas el Concello, es la única opción que tenemos para evitar los problemas”, aseguró Martín Gómez, cansado de escuchar quejas vecinales todos los años.
El concejal añadió que “el mantenimiento lo debe hacer la empresa” y recuerda la fuerte inversión que el Concello realizó hace un año, cuando cambió el vaso y todas las conducciones. Esta mejora tuvo un coste aproximado de 72.000 euros.
Si el concejal asegura que en el verano próximo el Concello asumirá la gestión de las piscinas, el actual concesionario, Lisardo Dorribo, no pone ningún impedimento.
La empresa es consciente de los fallos del sistema de riego, que justifica en la inexperiencia del personal que atiende las instalaciones. “Non o prenderon”, dijo. También apuntó que hay aparatos averiados.
En referencia al mal estado de parte del mobiliario, comenta que los desperfectos se arrastran desde el año pasado y que fueron ocasionados por los gamberros. “Hai actos vandálicos seguidos”, comentó Lisardo Dorribo. También recordó que robaron varias camisetas y algún teléfono móvil de su interior.
El concesionario explicó que la actividad principal de su empresa es la construcción de pistas de tenis o piscinas y que la apertura de las instalaciones barquenses coincide con la época de mayor volumen de trabajo, por lo que al abandonarlas le podrá dedicar más tiempo. “Nin pagándome as volvería a coller, polos trastornos que me están dando”, dice Dorribo.

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