La Asociación Boca do Monte recupera la propuesta de llevar la autovía por A Rúa hacia A Gudiña
El impacto visual que la futura autovía A-76, que comunicará Ponferrada con Ourense, además de la posibilidad de que su construcción pueda afectar negativamente al túnel excavado por los romanos para desviar el río Sil no gusta en Montefurado. A raíz de la propuesta de desviar el trazado de la Ribeira Sacra y llevarlo por Chantada, la Asociación Boca do Monte, retomó sus protestas por el diseño actual, que discurre a escasos 200 metros de un yacimiento arqueológico, ubicado a 18 kilómetros de A Rúa y a 15 de Quiroga.
"Consideramos que Montefurado es la entrada de la Ribeira Sacra", comentó Xosé Manuel Fernández, presidente del colectivo. Resaltó la importancia patrimonial del túnel construido en el siglo II, en tiempos del Emperador Trajano, para desviar el cauce del río Sil y extraer oro de su lecho. Explicó que el Concello de Quiroga solicitó hace años la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC), una petición que posteriormente realizaron los promotores de la campaña que reclama a la Unesco la consideración de Patrimonio de la Humanidad para la Ribeira Sacra. El desvío del trazado propuesto inicialmente para la A-76 tiene su razón de ser, precisamente, en esta petición, pues busca evitar posible trabas al proyecto.
El debate iniciado tras la propuesta de llevar la infraestructura por Chantada llevó al colectivo de Anguieiros-Montefurado a retomar un recorrido que ya fue puesto sobre la mesa en 2017. "Levar a A-76 ata A Rúa e enlazar coa A-52 en A Gudiña". No es la única asociación que lo plantea, también la Federación de Empresarios de León defendió una tesis similar, pues consideró que permitiría conectar el Bierzo y Valdeorras con la estación de AVE de A Gudiña y con la ciudad portuguesa de Porto.
La opción de alejar más el trazado de la futura infraestructura del túnel romano es descartada por Boca do Monte. Recuerdan que, actualmente, ya hay tres túneles en la zona: el de la línea de ferrocarril Palencia-A Coruña, el de la carretera N-120 y la construcción romana. "Atravesar a montaña outra vez non o vemos posible", comentó Xosé Manuel Fernández.
Esa circunstancia ya fue tomada en consideración por los redactores del proyecto del trazado de la A-76, quienes la llevaron por la margen izquierda del río Sil, salvando las dificultades orográficas con grandes viaductos. "O patrimonio corre perigo e non só pola estética, tamén polas obras e a circulación, que poden perxudicar o túnel", añadió.
La asociación aun propone una segunda solución para evitar que las obras y el tráfico de la autovía A-76 influya en los importantes restos arqueológicos romanos: Que no se construya. "Se a estrada N-120 se arranxa debidamente non faría falta a autovía", argumentó el presidente de Boca do Monte.
