Mario Nogueira y Ana Cristina Gómez tienen una explotación de bueyes, y este sábado, en mitad de la crisis por el encarecimiento de los productos del campo, quisieron abogar por la vuelta al equilibrio de antaño: cuando el abono procedía de los propios animales, los vehículos eran los bueyes y las patatas se sembraban y recogían manualmente.
Ambos sembraron, con la ayuda de dos bueyes, media hectárea de tubérculos en una de sus fincas, ubicada en Petín. “Empecé con los bueyes como un hobby y ahora es casi mi medio de vida”, cuenta. “Parece que todo lo que consumimos tiene que venir de fuera: desde el petróleo, hasta los productos con los que nos alimentamos. Para tres días el transporte y es un agobio, pero hay otras formas de hacer las cosas. Nadie valora el tener una vaca en casa, que te hace abono y te sirve para trabajar tu propia huerta. Consumimos productos de fuera y tenemos un abandono total de lo nuestro”, añade Mario Nogueira.
