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La restauración de la muralla de Manzaneda encara el final

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photo_camera Tramo de muralla restaurado en una fase anterior del proyecto.

La Deputación aportó 50.000 euros para recuperar otro tramo de la construcción medieval

 La recuperación de la muralla medieval de Manzaneda pronto será una realidad. El inicio de los trabajos de limpieza de un tramo de aproximadamente 40 metros aproxima el final de la recuperación de una construcción que data del siglo XII y que está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1949.

El inicio de los trabajos del tramo de muralla próximo a la casa consistorial fue confirmado ayer por el alcalde nacionalista, David Rodríguez Estévez. Explicó que la obra fue incluida en los Planes Provinciales de la Diputación que preside Manuel Baltar, organismo que aportará la totalidad de su coste: 50.000 euros.

El alcalde detalló unos trabajos que consisten en limpiar de maleza el tramo de muralla y la construcción de una plaza en la parcela anterior. David Rodríguez estimó en torno a un mes el tiempo que durará la ejecución del proyecto.

Cuando estos trabajos finalices, apenas quedarán un par de partes de la muralla, incluidas una almena y una torre. "Son obras máis pequenas", explicó el alcalde. Añadió que el Concello pretende acometer su restauración antes de que finalice el presente ejercicio.

Los trabajos de recuperación del nuevo tramo de muralla comenzaron apenas dos meses después de que finalizasen las labores de restauración anteriores, en octubre de 2015. Con un presupuesto de 51.000 euros, las arcas municipales aportaron 10.000, corriendo la aportación restante por cuenta de la Consellería de Presidencia. En esta etapa del proyecto, las obras consistieron fundamentalmente en la limpieza y consolidación de la muralla, así como en la recuperación de las zonas verdes próximas a ella.

Una vez finalizado el proyecto de restauración de los tramos y partes de la muralla que aún siguen en pie, los visitantes podrán contemplar aproximadamente 150 metros de los 450 que la fortaleza tuvo en el Medievo. Entre las características de la muralla,  sobresale el distinto ancho existente entre la parte inferior y la superior. Mientras que la más alta mide 2,5 metros, el grosor de la parte próxima al terreno alcanza los 5.

Las obras permiten recuperar un elemento patrimonial que se encontraba en un estado de abandono muy preocupante, el cual permitió que algunos vecinos  de Manzaneda aprovechasen para adosar a la fortaleza sus casas y  cuadras.

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