Unos ladrones entraron en la noche del jueves a la piscina de Sobradelo y forzaron la persiana del bar. Los ladrones se llevaron un medidor de cloro valorado en 3.000 euros y les quedó tiempo para comerse un bocadillo.
Unos ladrones con mucha hambre. Esto es lo que se encontró Antonio Rodríguez, gerente de las piscinas de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras) cuando llegó ayer a las instalaciones municipales y vio que unos extraños habían forzado la persiana del bar y se habían comido tres bocadillos hechos a la plancha.
Examinando más exhaustivamente, se percató que, además, los cacos se habían llevado un equipo digital para medir el cloro y el ph del agua, valorado, como señaló, en 3.000 euros. Igualmente se llevaron del bar varias botellas de bebidas alcohólicas, golosinas, helados y el bote de las propinas con unos 80 euros.
La piscina de Sobradelo no tiene medidas de seguridad y para acceder basta con saltar la valla, de hecho, hace unos años sufrió otro robo. El gerente puso una denuncia ante la Guardia Civil.
Examinando más exhaustivamente, se percató que, además, los cacos se habían llevado un equipo digital para medir el cloro y el ph del agua, valorado, como señaló, en 3.000 euros. Igualmente se llevaron del bar varias botellas de bebidas alcohólicas, golosinas, helados y el bote de las propinas con unos 80 euros.
La piscina de Sobradelo no tiene medidas de seguridad y para acceder basta con saltar la valla, de hecho, hace unos años sufrió otro robo. El gerente puso una denuncia ante la Guardia Civil.
