Los centros de saúde de A Rúa y A Pobra de Trives fueron dotados con salas de aislamiento para la atención a los pacientes que acudan con síntomas del coronavirus. Ambas dependencias fueron acondicionadas por los concellos, según anunciaron los alcaldes en las últimas horas.
En el caso rues, la antigüedad del Centro de Saúde complica seriamente la atención sanitaria y las urgencias. Tanto es así que el Concello gestiona la construcción de uno nuevo, con el apoyo de Xunta y Deputación. Aquí, la solución que encontró el equipo médico consistió en colocar cortinas en la zona del ascensor, situada en la parte posterior. La planta inferior será destinada a los pacientes que puedan acudir con síntomas del coronavirus, dejando la superior para que los sanitarios puedan vestirse con las prendas adecuadas.
Esta medida permitirá que, cuando una persona acuda con los citados síntomas, sea llevado inmediatamente al citado espacio, donde el médico, después de vestirse en el piso superior, utilizará el ascensor para acercarse hasta el paciente. Ya en el caso de que este diese positivo, sería llevado a la ambulancia utilizando la pasarela construida en la zona posterior del edificio.
"Habilitamos una habitación de aislamiento, provisionalmente. Si algún contagiado, acude presencialmente, se le pasa a la sala", dijo el alcalde, Álvaro Fernández López. A su vez, el portavoz de la plataforma ruesa por la sanidad, Pablo Deramond Mundaca, felicitó "al alcalde, por la rapidez con que respondió a nuestra llamada".
El Concello de A Pobra de Trives, que gobierna Patricia Domínguez Barja, también anunció la adaptación de una zona de aislamiento en el Centro de Saúde. Una tarea, para la cual, contó con el apoyo del teniente de alcalde, Miguel Sierra Fernández. Esta área fue separada también con el objetivo de evitar el contacto de contagiados con el resto de usuarios.
