Los agentes de la Policía Local intensificarán la vigilancia de las terrazas de los establecimientos hosteleros de A Rúa. Lo anunció ayer el alcalde popular, Álvaro Fernández López, en respuesta a una pregunta de la concejal María González Albert, quien expuso que, a pesar de que "a maioría dos bares cumpren as normas", hay zonas como la calle Doctor Vila polas que "non pode baixar unha ambulancia" o en las que es difícil guardar la distancia social, como en Campo Grande.
El regidor subrayó el interés del equipo de gobierno de hacer cumplir la normativa y resaltó que los agentes de la Policía Local ya desarrollaron varias intervenciones para hacerla cumplir. "No bando queda claro que debe quedar un paso para os peóns e a Policía Local está pendiente", dijo. Álvaro Fernández también planteó que los peatones pueden utilizar la acera opuesta: "Na medida do posible, se se pode utilizar a outra beirarrúa, para evitar o tránsito". Esta opción no impide que los hosteleros están obligados a seguir las directrices del bando.
En el pleno también salió a relucir, esta vez de la mano del socialista Luis Fernández Gudiña, el cierre provisional del nuevo albergue de peregrinos de A Rúa. "Abrir o albergue é prácticamente inviable nas circunstancias actuais. Ten problemas pola cuestión do aforo", argumentando las exigencias del protocolo del covid-19. "Queremos un sitio confortable e seguro e que a hostelería reciba uns ingresos como axuda nun momento de parón", dijo Álvaro Fernández. Esta circunstancia y la posibilidad de colaborar con el sector de la hostelería.
Una partida de aproximadamente 5.000 euros asumirá parte del coste de la estancia de los peregrinos. A su vez, "os hosteleiros deberán demostrar que son peregrinos e acreditalo.