El número de turistas que visitan Valdeorras atraídos por el mundo del vino cada vez es mayor. Lo aseguran los impulsores de la Ruta do Viño de Valdeorras, conscientes de que las actividades que rodean el proceso de elaboración tienen un enorme atractivo. El presidente de la asociación, Joaquín Sánchez, calculó que todos los meses visita su bodega un promedio de 40 personas y cada vez son más. "Va aumentando de año en año", explicó.
De este incremento del número de visitas no se benefician exclusivamente las bodegas, los turistas acostumbran a comer y pernoctar en la comarca, dejando unos ingresos nada despreciables. No es extraño pues que en las últimas semanas, la relación de socios de la Ruta do Viño pasara de 35 a 41, siendo 14 de ellos bodegueros.
Además de bodegas, en la asociación participan hosteleros, empresas de distintos sectores, como alimentación o turismo e instituciones, sin olvidarse, claro está, del Consello Regulador de la Denominación de Orixe Valdeorras.
El enoturismo aún está en una fase inicial en Valdeorras, todo lo contrario que sucede en Rías Baixas, Ribeira Sacra o la vecina comarca berciana, por decir algunas rutas. En todo caso, poco a poco va remontando el vuelo, si bien aún arrastra ciertas deficiencias que deberá comenzar a superar.
Una de ellas guarda relación con un buen número de bodegas, pues no todas están dispuestas a recibir a los turistas los fines de semana. "Les cuesta mucho abrir y dedicar a las visitas los fines de semana. Se dedican a la enología y nosotros tenemos algunos problemas para encontrar bodegas. Muchas quieren grupos, pero hay que coger lo que viene", comentó Montse Rodríguez, responsable del Hotel Monumento Pazo do Castro, en O Barco, y vicepresidenta de la Asociación Ruta do Viño de Valdeorras. Esta carencia coincide con un aumento en el número de visitantes. "Es muy difícil calcular su número, pero sí vienen cada vez más turistas", afirmó.
Ribeira sacra
Durante la vendimia, la gran mayoría de las bodegas suspendieron la recepción de visitantes. En la vecina Ribeira Sacra sucedió todo lo contrario, llegando dos trenes turísticos llenos de visitantes deseosos de sumarse a las labores de vendimia, cortando los racimos o pisando las uvas. "Es lo que vende", explicó Montse Rodríguez. "Non teñen unha persoa para recibir os visitantes", comentó Joaquín Sánchez, quien sí abrió su bodega.
Otra carencia existente en Valdeorras es la informativa, pues únicamente A Veiga tiene abierta una oficina de información turística. Lamentablemente, en el citado concello no hay bodegas. "Aquí non hai un consorcio de turismo de Valdeorras como o do Bierzo. Non hai unha oficina de información turística en toda a zona", comentó el presidente.
La ruta se da a conocer en Madrid y Valladolid
La promoción es importante para dar a conocer las características de una propuesta turística que conjuga cultura y gastronomía; de ahí que la asociación organizase un concurso de fotografía y prepare andainas. También acudirá con un expositor propio a la feria "Intur", de Valladolid, siendo la primera vez que Valdeorras acude con sus medios. Además, irá a un "workshop", el día 28, en Madrid.
