La datación definitiva de las pinturas rupestres de Pala de Cabras, en Casaio (Carballeda de Valdeorras), es el objetivo que se marcaron los organizadores de la excavación iniciada este miércoles. La asociación científica regresa al lugar para buscar materiales que puedan fijar con mayor exactitud la fecha de elaboración de las figuras que conforman la veintena de paneles que salieron a la luz, entre las cuales destacan los ídolos oculados, soliformes y ramiformes, y que los investigadores consideran actualmente que fueron realizadas entre los años 3.000 y 4.000 antes de Cristo.
Los trabajos promovidos por la asociación científica Sputnik Labrego, un colectivo que llegó avalado por el Instituto de Ciencias del Patrimonio y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), llevaron a Casaio a un equipo formado por ocho personas, incluidos integrantes de la Mancomunidad de Montes Casaio-Lardeira, según el director del proyecto Carlos Tejerizo.
El proyecto en el que trabajan los arqueólogos fue repartido en tres fases que, si en un principio iban a ser realizadas durante estos días, la lluvia obligó a repartirlas, por lo que no finalizarán hasta 2023, si bien ayer continuaban los trabajos de excavación a pesar de la borrasca.
La primera fase persigue la localización de materiales que permitan fijar la antigüedad de las pinturas excavando el terreno. Estos sondeos, que finalizarán en las próximas horas, se desarrollan en la cueva de Pala de Cabras y en una zona próxima. Las primeras excavaciones no sacaron a la luz ninguna pieza relacionada con los autores de los ídolos oculados, pero sí de la guerrilla antifranquista, como peines de fusiles Maúser, casquillos e incluso una cuchara de plata. Todas estas piezas pasarán a formar parte del proyecto “Cidade da Selva”, que indaga en los chozos de estos montes que ocuparon los guerrilleiros.
En una segunda fase, un experto en fotografía infrarroja reproducirá los motivos que se conservan para cuantificar su número y determinar su forma. Será a principios de 2023 y precederá a la elaboración del topografiado del lugar en tres dimensiones (3D) ya con un afán divulgativo. Esta visita será aprovechada para limpiar las paredes, buscando la forma de destacar los motivos, y también tomar medidas para su conservación.
Febrero del 2019, fecha de este descubrimiento
Las pinturas fueron descubiertas en febrero de 2019 durante la investigación de las huellas de la guerrilla antifranquista por arqueólogos de Sputnik Labrego y Estela, Arqueoloxía e Patrimonio S. L. Localizadas en el paraje denominado Pala de Cabras, durante el úlimo verano fueron amenazadas por un incendio forestal declarado en estos montes de Casaio. Finalmente, las llamas no llegaron a dañarlas. Lo apuntó el director del proyecto, Carlos Tejerizo, quien explicó que “las pinturas no se vieron afectadas por el incendio”. No sucedió lo mismo con la vegetación próxima a la cueva, que fue arrasada por el fuego. El equipo pretende rematar los trabajos diseñados para las próximas semanas con una limpieza del entorno.
