La Confederación Hidrográfica do Miño-Sil mantendrá "un número suficiente de los árboles que marcan el trazado para asegurar la estabilidad de las márgenes.
La polémica tala de árboles iniciada en el área recreativa barquense de O Salgueiral no afectará al arbolado autóctono de ribera que no esté enfermo, dañado, muerto o con estabilidad comprometida, en una franja de 5 metros, paralela a la línea del cauce del río, en aguas bajas. Lo indicó la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil, que mantendrá "un número suficiente de los árboles que marcan el trazado para asegurar la estabilidad de las márgenes. Sin retirar en este caso ningún tocón, pero dejando la zona limpia de maleza, restos de madera y otros arrastres del río", según explicaron fuentes de este organismo.
En el resto del espacio comprendido entre la citada franja y la línea de máxima crecida ordinaria, los trabajos incluyen la limpieza de la maleza, restos de madera y arrastres, cortando los chopos precisos hasta dejar entre 200 y 250 chopos por hectárea, distribuidos uniformemente. La actuación contempla la eliminación de todos los que estén muy inclinadosy amenacen con caer. Las especies autóctonas no serán taladas si no están dañadas.
En junio, los árboles que iban a ser cortados fueron marcados por personal de la Confederación Hidrográfica y del Servizo de Conservación da Natureza, siendo aplazados hasta agosto los trabajos para permitir la nidificación de algunas especies.
