La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica localizó los restos del teniente alcalde de O Barco Manuel Blanco Pascual. Según apuntó su vicepresidente, Santiago Macías, el lugar fue descubierto en Sigüeya (La Cabrera) gracias a la ayuda de un pastor que fue testigo de su detención y tortura.
El testimonio de un pastor que en 1940 presenció la detención y las torturas que sufrió Manuel Blanco Pascual, permitió localizar con relativa facilidad el lugar donde habían sido enterrados sus restos, tras ser fusilado. El lugar está situado a escasos metros del pueblo de Sigüeya, en la comarca leonesa de La Cabrera, lindante con Valdeorras.
'Hay un montón de testimonios', comentó este sábado, cuatro de julio, el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías. Indicó que los trabajos fueron seguidos por la familia de Blanco Pascual, desplazados desde tierras catalanas.
Manuel Blanco Pascual era fotógrafo de profesión y ocupó el cargo de teniente alcalde de la Corporación de O Barco en la II República. En julio de 1936, conseguía escapar hacia La Cabrera, desde donde se desplazó a Asturias. Cuando cayó el frente asturiano se sumó a los grupos de guerrilleiros hasta su fusilamiento en 1940.
El alcalde barquense de entonces, Abdón Blanco García, corrió peor suerte y tras su detención y el posterior consejo de guerra, era fusilado en Ourense.
Los trabajos de exhumación fueron coordinados por la antropóloga forense Roxana Ferllini, participando voluntarios llegados desde distintos puntos de España.
'Hay un montón de testimonios', comentó este sábado, cuatro de julio, el vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, Santiago Macías. Indicó que los trabajos fueron seguidos por la familia de Blanco Pascual, desplazados desde tierras catalanas.
Manuel Blanco Pascual era fotógrafo de profesión y ocupó el cargo de teniente alcalde de la Corporación de O Barco en la II República. En julio de 1936, conseguía escapar hacia La Cabrera, desde donde se desplazó a Asturias. Cuando cayó el frente asturiano se sumó a los grupos de guerrilleiros hasta su fusilamiento en 1940.
El alcalde barquense de entonces, Abdón Blanco García, corrió peor suerte y tras su detención y el posterior consejo de guerra, era fusilado en Ourense.
Los trabajos de exhumación fueron coordinados por la antropóloga forense Roxana Ferllini, participando voluntarios llegados desde distintos puntos de España.
