El río Sil está libre de las aguas residuales de la villa de O Barco de Valdeorras. Lo anunció este lunes el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien insistió en la apuesta del Concello por el tratamiento integral de la red de saneamiento, tanto en la villa como los pueblos de Veigamuiños, A Proba, O Castro, Vilanova o Viloira. Una inversión de aproximadamente un millón de euros permitirá ampliar la estación de aguas residuales (EDAR) y "tratar el 100 % de las aguas residuales, todos los días del año", según apuntó el regidor. Esta actuación se sumará a la realizada en 2015, que tuvo un coste de casi 1,5 millones.
El Concello enviará el proyecto a la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil en busca de financiación. "La depuración es prioritaria para Europa", subrayó el alcalde. Este carácter prioritario llevó a Alfredo García a mostrarse optimista respecto a la obtención de unos fondos que permitirán al Gobierno central aportar el 80 %, echando mano a los fondos europeos. El Concello también contribuirá, aportando una cantidad que va a depender de la ayuda que reciba de Augas de Galicia.
La memoria que maneja el Concello fue redactada por el Consorcio de Augas de Valdeorras, creado en 2013 con la participación de la Xunta, Diputación provincial y los concellos de la comarca. Su ejecución duplicará la infraestructura actual y posibilitará que las aguas residuales "siempre pasen por la depuradora".
El proyecto en sí incluye tres nuevos elementos principales: un reactor biológico, al que irá el agua después del pretratamiento; un decantador de partículas sólidas y un espesador de fangos, donde estos secan para permitir su transporte en camiones.
Las actuaciones anteriores fueron presupuestadas en torno a los 840.000 euros (IVA incluido). Son las principales, pero no las únicas. Los planes municipales también contemplan la ejecución de pequeños trabajos que quedaron pendientes de la ampliación anterior, los cuales no afectan al funcionamiento de la depuradora, pero sí mejorarán su funcionamiento. Su coste está calculado en torno a los 79.000 euros.
El proyecto pretende, además, eliminar los problemas que ocasiona el aliviadero de la Praia do Ouro, en A Proba. Aquí, las crecidas del río Sil hacen retroceder las aguas, por lo que serán llevadas al colector general de O Barco. Su mayor profundidad evitará que las inundaciones en calles, viviendas y huertas vuelvan a generar imágenes como las de la riada de diciembre. En este caso, la inversión supera los 80.000 euros.
"Pretendemos una gestión ejemplar del agua de abastecimiento y saneamiento", dijo Alfredo García, momentos después de anunciar que 14.000 euros permitirán colocar telecontroles y medidores del líquido en los pozos de tormenta.
