REUNIóN

Valdeorras y Trives se alían para dar impulso al turismo

photo_camera La cita la presidieron el alcalde de A Rúa y el gerente del Inorde (quinto y sexto, por la izquierda).

Los alcaldes ultimaron la redacción de los estatutos que regirán la asociación de concellos

Cinco alcaldes de las comarcas de Valdeorras y Trives dieron ayer en A Rúa los últimos retoques a los estatutos de la Asociación para el Desarrollo del Geodestino Manzaneda-Trevinca, reunión a la que también asistió la concejala de Turismo de O Barco. El gerente del Instituto Ourensán de Desenvolvemento Económico (Inorde), José Manuel Rodríguez, recogió las propuestas para la redacción definitiva. Además, llamará a los ocho regidores que faltaron a la cita para conocer su posicionamiento respecto a la integración de sus concellos en el Geodestino, según explicó el alcalde anfitrión: Avelino García Ferradal. Con él estuvieron sus homólogos de O Barco, Larouco, Trives y Manzaneda.

Un texto que sí tienen en sus manos los alcaldes es el plan director que contrató el Inorde para fijar las pautas a seguir para promover el turismo en el oriente provincial. Prevé un presupuesto para los años 2015, 2016 y 2017 de 1.817.000 euros y uno de los problemas que encontraron los redactores fueron, precisamente, las "reticencias respecto al Geodestino por parte de algunos ayuntamientos y actores turísticos". Su inclusión entre las amenazas del proyecto no es extraña, después de los problemas encontrados en concellos como A Veiga, Trives o San Xoán de Río.

La falta de implicación no es la única traba que deberán vencer aquellos alcaldes que apuesten por el Geodestino Manzaneda-Trevinca. El descenso de la inversión pública y, especialmente, el retraso de infraestructuras de comunicación, tan necesarias para acercar a los turistas, como la autovía A-76 y el AVE Madrid-Ourense, con una estación en A Gudiña, son otros hándicaps que deberán vencer los promotores. El estancamiento del consumo generado por la crisis, el individualismo empresarial e incluso la pérdida de servicios de los municipios de menos habitantes son otros tantos obstáculos que deberá vencer esta apuesta turística.

Los recursos turísticos a ofrecer son muchos. Hasta una treintena enumeraron los redactores del plan director. Entre ellos están las seis montañas gallegas que superan los 2.000 metros de altitud, cinco espacios naturales protegidos y singulares, setas, observación del cielo por la noche, nieve, Camiño de Inverno, Vía Nova, pasado romano, siete monumentos declarados bienes de interés cultural (BIC), fiestas de interés turístico como la barquense del Botelo y el Fulión de Manzaneda, dos municipios turísticos: A Veiga y Trives, covas o bodegas, la única estación de montaña gallega, el observatorio astronómico de San xoán de Río, dos denominaciones de origen o trenes turísticos.

El proyecto apuesta por crear redes de observatorios y senderos, rutas de bicicletas de montaña, una vía ferrata (discurre por la roca) en As Aguilladas (Manzaneda), conservar las covas e impulsar el turismo industrial: minas de wolframio de Valborraz y Vilanova, canteras de pizarra, presas, parques eólicos, industria agroalimentaria e ingeniería civil. También plantea varios tipos de turismo: astronómico, gastronómico, deportivo y ornitológico, así como el ecoturismo o el enoturismo.

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