Temen que una crecida del río inunde a sus fincas y tire los árboles sobre sus casas, en O Barco

Los vecinos reclaman que se retiren los arrastres del Sil

Arrastres del río Sil, en As Cortes.
Entre los barquenses que poseen casas y fincas en las proximidades del Sil crece el temor a que sus propiedades sufran las consecuencias de las crecidas del río.
Los arrastres acumulados en sus orillas y los árboles que crecen en ellas amenazan con desviar el agua y dañar sus bienes. Encina Arias Pérez vive en la calle As Cortes, en la misma casa que habitaba en 1959, un año de triste recuerdo en el Concello. Una riada derrumbó el puente de San Fernando, que era de uso obligado para viajar a Ponferrada, y se cobró la vida de un barquense. Aunque las aguas nunca más volvieron a alcanzar ese nivel, un sector de los habitantes de las riberas sigue con preocupación la evolución del nivel de las aguas. 'Os chopos están inclinados e véñense para a casa. A ver se veñen e limpan algo. É un perigo!', dijo Encina Arias.

Las quejas vecinales fueron recogidas por el concejal del BNG, Vítor Sierra Neves. 'Nas Cortes hai zonas privadas inundables. Hai ramas, árbores. É un escándalo!', dijo, no sin antes pedir explicaciones al equipo de gobierno socialista por el retraso en la retirada de los materiales procedentes de los arrastres, una labor que es competencia de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. La presencia de los residuos afea la imagen de la villa en un concello que, como O Barco, apuesta por el turismo, según comentó el edil nacionalista.


LIMPIEZA

La orilla del Paseo do Malecón es uno de los escasos tramos que fueron limpiados. Los trabajos fueron realizados principalmente por los empleados del Concello. No obstante, también se esmeraron en retirar la madera algunos vecinos, aunque su colaboración no fue del todo altruista, pues la transportaron para su uso particular. En todo caso, hay parajes -O Salgueiral, As Cortes o la Praia do Ouro, entre otros- donde aún siguen presentes los montones ramas, basura y troncos de árboles, a pesar de que su retirada no sería demasiado compleja. 'Hai sitios onde os arrastres pódense retirar perfectamente, anque non digo que se poidan quitar todos nun día', afirmó Vítor Sierra.

El portavoz popular, Moisés Blanco Paradelo, coincidió ayer en que hay márgenes del Sil que no se limpiaron. 'No es verdad que esté todo limpio. Hay zonas abandonadas, como la orilla opuesta al Paseo do Malecón', explicó. El concejal aprovechó la ocasión para mostrar su disconformidad con los cambios que sufrió el Sil, a causa de la construcción de la pasarela peatonal de O Salgueiral, hace 16 años. El fondo del cauce fue excavado para canalizar el agua y permitir el paso de la maquinaria pero nunca fue devuelto a su estado original. La modificación favoreció un crecimiento desmedido de los árboles y maleza que obstruyen el río y detienen los residuos de madera y la basura que transportan las aguas.

A su vez, el alcalde socialista, Alfredo García Rodríguez, aseguró que el Concello limpió con sus medios todos aquellos tramos de las orillas del Sil donde fue factible retirar los arrastres, unas labores que fueron especialmente efectivas en el Paseo do Malecón. Además, explicó que las repetidas crecidas dificultan considerablemente los trabajos en otros puntos, pues muchos de ellos aún continúan inundados por las aguas. El regidor apostó por aguardar a que las aguas vuelvan a su cauce para retomar la limpieza.

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