Protestas

Vecinos de San Vicente se unen al encierro del alcalde

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photo_camera Álvarez y Bautista (sentados, primero y segundo por la derecha), ayer tarde, con vecinos.

Transmitieron su apoyo al regidor de Vilamartín en su reinvidicación del acceso para el pueblo

Numerosos vecinos de San Vicente visitaron ayer la Casa Consistorial de Vilamartín para transmitir su apoyo al alcalde, el socialista Enrique Álvarez Barreiro. El regidor inició un encierro que mantendrá en tanto la Deputación Provincial "no demuestre seriamente que arreglará, aunque sea provisionalmente, el peligroso principal acceso al pueblo", señaló.

Asume que la ejecución del proyecto de 13 millones de euros que consensuó el organismo provincial para resolver el problema llevará su tiempo, máxime cuando la Confederación Hidrográfica do Miño-Sil ordena modificarlo y dibujar un nuevo cauce para el Leira. Esta circunstancia no impide que reclame una solución temporal.

 

 

La climatología adversa dañó de importancia un acceso cuyo deterioro comenzó hace un cuarto de siglo. Coincidió con los trabajos de una cantera de pizarra que recurrió la retirada de la concesión minera, según explicó el diputado del PP Pablo Pérez. Afirmó que la solución llegará cuando se resuelva el recurso y se ejecute el proyecto.

La lluvia y la nieve abrieron una grieta longitudinal que amenaza con hacer desaparecer la actual carretera OU-0807. El alcalde, Enrique Álvarez, explicó que la retirada de las rocas de grandes dimensiones acumuladas en la zona superior de la ladera sobre la que se construyó el vial frenarían su deterioro. Sobre este particular, comentó que, recientemente, una piedra de 400 kilos cayó en medio de la carretera.

Una dificultad añadida es la localización de las rocas en un terreno que pertenece a la empresa que tiene retirada la concesión minera. El alcalde considera que este escollo podría ser superado recurriendo a una expropiación de urgencia. Esta posibilidad la barajó el diputado 'popular', quien calcula que la tramitación podría llevar tres meses. El problema es comenzarla, pues aunque la carretera está siendo usada, fue cortada al tráfico hace 15 años y los técnicos de la Deputación consideran que el carácter de urgencia no casa con un vial cerrado al tráfico.

Pablo Pérez anunció que la entidad provincial cortará físicamente la carretera para evitar cualquier accidente, una medida que, según el alcalde, podría afectar al centenar de trabajadores de una pizarrera.

 

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