La brigada de obras de Vilamartín de Valdeorras disfruta de un fuerte apoyo en las últimas semanas. Ante las dificultades del Concello para afrontar las tareas pendientes en sus 14 núcleos decidieron ponerse manos a la obra y acometer trabajos puntuales, apoyados por el Concello. "Cada vez hai máis xente axudando. Empezámonos a concienciar de que o Concello é de todos", explicó el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro.
Las personas que decidieron aportar su granito de arena a la mejora del Concello son una veintena y dedican buena parte de sus ratos libres a esta finalidad. Normalmente, son trabajos que les afectan directamente a ellos, como sucede con los tramos de calles que reparan en los pueblos de San Vicente y Valencia do Sil. La Administración local aporta los materiales: grava, arena o cemento.
También, si es preciso, cede la maquinaria precisa para ejecutar las obras. Este es el caso de los trabajos de limpieza de varios caminos que otros vecinos de San Vicente acometieron en las inmediaciones del pueblo. Desde el extremo opuesto del municipio, Correxais, una persona se desplazaba hasta la capitalidad municipal en busca de ayuda para acometer la limpieza del pueblo. El Concello le entregó una desbrozadora y gasolina, atendiendo a su petición.
En otros casos, los trabajos vecinales son más sencillos, como es el caso de los tiestos y las plantas que empleó la asociación de vecinos de San Vicente para embellecer el pueblo. En Portela, también fueron voluntarios los que renovaron la pintura del centro social.
"Temos unha colaboración moi activa no Concello", resaltó el alcalde, Enrique Álvarez. Explicó que la brigada municipal de obras está formada únicamente por cuatro operarios, aunque en los últimos meses se les sumaron otros dos, gracias a una subvención de la Diputación provincial. Una plantilla muy corta para atender las necesidades de todos los núcleos.
El alcalde no quiso olvidar a la treintena de voluntarios de Protección Civil.
