La construcción fue recuperada por los trabajadores del Concello barquense hace casi cuatro años, después de que hubiese sido cubierta al construir una explanada.
Los usuarios de la ruta peatonal que discurre por A Pobra (O Barco de Valdeorras) consideran que el paraje donde está ubicado su puente de piedra debería recibir más cuidados. La construcción fue recuperada por los trabajadores del Concello barquense hace casi cuatro años, después de que hubiese sido cubierta al construir una explanada. En esta labor, los operarios siguieron las directrices del arqueólogo valdeorrés Santiago Ferrer.
Los restos fueron devueltos a la luz con el objetivo de darlos a conocer y ponerlos en valor. Al finalizar los trabajos, este punto fue cerrado con varias vallas metálicas, en cuyo interior crecen los arbustos y las hierbas, ofreciendo una imagen que deja mucho que desear.
El puente fue construido en la segunda mitad del siglo XVII y formaba parte de un proyecto más amplio, fechado en 1650, que incluía otras siete construcciones levantadas para superar otros tantos ríos: Puente de Domingo Flórez, A Medua, Sobradelo, Éntoma, río Cigüeño, Arcos y Vilamartín de Valdeorras.
