Los carteles que amenazan con multas cuyas cuantías oscilan entre los 901 y los 45.000 euros, en función de la gravedad del vertido, no desaniman a los infractores. Los letreros informativos fueron colocados por toda A Raña, pero sigue habiendo personas que acuden a las zonas no urbanizadas del parque empresarial de O Barco de Valdeorras, cuyo titular es el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS), para desprenderse de su basura. Esta situación no pasó desapercibida a los numerosos barquenses que acudieron al lugar, después de que las aguas del río Sil se desbordasen y volviesen a cubrir una amplia superficie.
"Basura en una laguna, recuperada después de muchos años. Hasta restos de una de las explotaciones, de cuando se extraía oro en esta zona. Me sensibiliza mucho ver lo que queda de A Raña. Es una pena que no se cuide", se quejaba un barquense.
Diana Urdangaray: "se houbese fotos con camións e matrículas..., mais sen pillar aos infractores non se pode facer nada"
Esta situación es conocida en el Concello. La titular del departamento de Medio Ambiente, Diana Urdangaray Díaz, confirma la presencia de montones de basura en esta zona, localizada sobre la margen izquierda del río Sil. Inmediatamente, señaló la dificultad que entraña sorprender a quienes acuden a esta zona para arrojar aquellos materiales que ya no les sirven. Restos de pequeñas obras de construcción y de vehículos, electrodomésticos rotos y muchos neumáticos son abandonados en este lugar, a pesar de la existencia de un punto limpio en la villa.
Urdangaray Díaz confirma la vigilancia periódica de los agentes de la Policía Local y la Guardia Civil, pero también la dificultad que entraña sorprender a los infractores. "Se houbese fotos con camións e matrículas..., mais sen pillalos non se pode facer nada. Cando collemos algún hai multa", comentó.
A pesar de la dificultad que entraña sorprender a algún infractor arrojando basura a este lugar, sí hubo alguna que otra multa por incumplir la Ley 22/2011 de Residuos y Suelos Contaminados. En estos casos, la ley también obliga a transportar al punto limpio de Viloira los residuos.
