Voluntarios de A Rúa tuvieron 300 actuaciones durante 2022

David López, cuarto por la derecha, con un grupo de voluntarios rueses.
photo_camera David López, cuarto por la derecha, con un grupo de voluntarios rueses.
El incendio de julio, que movilizó a lo largo de seis días al servicio de Protección Civil, marcó el año

Los incendios forestales de julio fueron la nota diferenciadora del balance de intervenciones de los voluntarios de Protección Civil de A Rúa. A lo largo de seis días, 10 voluntarios dedicaron más de 42 horas a colaborar con los servicios de extinción. Durante este periodo, realizaron apoyos en zonas como Casaio (Carballeda de Valdeorras), Quereño (Rubiá) o Vilamartín, según explicó David López Nogueira, fundador de la agrupación.

Los voluntarios rueses solo participaron en la extinción del fuego cuando este se aproximaba a la aldea barquense de Vales. Aquí, tres de los voluntarios, al observar que los bomberos no llegarían a tiempo de apagar las llamas para evitar que estas alcanzasen las casas, le indicaron a los vecinos cómo las debían atacar, impidiendo entre todos que alcanzasen las viviendas.

Durante esos días, los voluntarios rueses centraron sus trabajos en el traslado de personas desde lugares amenazados por las llamas, el avituallamiento de las brigadas que trabajaron en la extinción de los fuegos y en el corte de aquellas carreteras cuya calzada habían cruzado las llamas. Fueron jornadas de mucha actividad, en las que recorrieron 738 kilómetros.

En total, fueron 307 los operativos en los que participó el equipo formado por los 21 voluntarios de Protección Civil de A Rúa, un número ligeramente inferior al de hace un año, cuando actuaron en 326 ocasiones. A lo largo de 2022 fueron movilizados un centenar de días, restando 800 horas de su tiempo para dedicarlo a la comunidad.

En ese tiempo, acudieron a 13 accidentes ocurridos en la comarca y también urbanos, apoyando a los bomberos en 16 incendios, además de proceder a la revisión y eliminación de 21 nidos de Vespa velutina.

Los meses en los que tuvieron que atender un mayor número de operativos fueron mayo y julio, con 39 cada uno de ellos, siendo las acciones desarrolladas a lo largo del año muy diversas, desde el apoyo a los bomberos en la explosión de gas registrada en una vivienda, la atención a refugiados en el Concello, el transporte a Ourense de comida y ropa con destino final en Ucrania, la limpieza de un tramo del Camiño de Inverno, varias caídas de árboles, el atropello de un peatón, un incendio en un aserradero, colaboración en la búsqueda de una persona desaparecida en San Xulián, intervención en dos incendios urbanos y recogida de alimentos. Todo ello, además de su colaboración en el gran incendio que arrasó 10.500 hectáreas de Carballeda, Rubiá y O Barco, en julio.

Otro aspecto importante de las actividades de estos voluntarios lo ocupa el capítulo formativo. Así, sus integrantes tuvieron la oportunidad de asistir a seis cursos.

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