Con diez minutos de retraso, el pregonero de la Semana Grande de Vigo, Luis Zahera, salió al balcón de la Casa da Cultura Galega acompañado por el recién nombrado embajador del Casco Vello vigués, el también actor Luis Tosar; el teniente de alcalde, Santi Domínguez, y los concejales Xesus López, María Méndez y Eudosio Álvarez. Allí se dirigió a unas mil personas que acudieron a la Praza da Constitución.
'¿Por qué llaman a un tipo que no es de esta ciudad para dar el pregón? Y la respuesta es que soy gallego, y que cualquier gallego puede sentirse vigués, lo mismo que los vigueses se sienten gallegos y todos entendemos que ya que la vida es corta, gozarla importa'. .
En su lectura hizo alusión a los emigrantes que partían de la Estación Marítima, a la salvación del chapapote, los astilleros, la película 'Los lunes al sol', las islas Cíes, el Casco Vello y su embajador, el Pirulí en vez de rascacielos, el antiguo scalextric de Lepanto, los vitrasas en vez de autobuses y la propia ciudad 'en la que los de fuera nos sentimos gente de aquí, porque aquí, en Vigo, ya no se sabe quien es de Ourense, de Lugo, o vigués-vigués-vigués, porque aquí lo que hay son jichos y jichas'.
El pregonero animó a los vigueses a que participen de las fiestas y de toda la programación del cartel: 'No habrá excusas para no salir a la calle a disfrutar de la ciudad y de los espectáculos, así que os pido os metáis en vuestro cuerpo festivo y os dejéis llevar por la música y el espectáculo'. Al grito de ¡Comienza la semana grande! Luis Zahera, ayudado por Tosar, tiró del cordón de la sirena y miles de pequeños sirenitos rojos, réplicas del Sereo de Leiro, cayeron sobre el público. Faltaban unos minutos para las 22 horas cuando la Semana Grande comenzaba oficialmente.
En su lectura hizo alusión a los emigrantes que partían de la Estación Marítima, a la salvación del chapapote, los astilleros, la película 'Los lunes al sol', las islas Cíes, el Casco Vello y su embajador, el Pirulí en vez de rascacielos, el antiguo scalextric de Lepanto, los vitrasas en vez de autobuses y la propia ciudad 'en la que los de fuera nos sentimos gente de aquí, porque aquí, en Vigo, ya no se sabe quien es de Ourense, de Lugo, o vigués-vigués-vigués, porque aquí lo que hay son jichos y jichas'.
El pregonero animó a los vigueses a que participen de las fiestas y de toda la programación del cartel: 'No habrá excusas para no salir a la calle a disfrutar de la ciudad y de los espectáculos, así que os pido os metáis en vuestro cuerpo festivo y os dejéis llevar por la música y el espectáculo'. Al grito de ¡Comienza la semana grande! Luis Zahera, ayudado por Tosar, tiró del cordón de la sirena y miles de pequeños sirenitos rojos, réplicas del Sereo de Leiro, cayeron sobre el público. Faltaban unos minutos para las 22 horas cuando la Semana Grande comenzaba oficialmente.
