Arsenio Rodríguez es técnico mercantil jubilado
El vilamartinés Arsenio Rodríguez Rodríguez no elude referirse a sus orígenes humildes. Después de alcanzar cargos de responsabilidad en empresas como el Corte Inglés o Electrolux asegura que “un chico de pueblo puede llegar adonde se proponga con trabajo y sacrificio”.
¿Dónde cursó estudios?
Mi padre era muy práctico, pero tenía un sexto sentido y su idea siempre fue que yo no trabajase la tierra. No sé qué es trabajarla. Me tuvo estudiendo siempre. Me mandó a la escuela de Córgomo y de ahí al seminario de As Ermidas. Salí porque no soportaba la comida. Vine a la Escuela de Comercio de O Barco y me examiné hasta de Religión para sacar peritaje mercantil. Tenía 18 años y mi padre seguía con la idea de que yo estudiase pero aquí no había dónde colocarse. Entonces, recibí una carta del Ministerio del Ejército citándome en El Escorial.
¿Cómo fue su trayectoria en Madrid?
Cuando llegué a Madrid trabajé de comercial de una empresa de ortodoncia dos años. Después, estuve en el Corte Inglés seis años, comencé en una sección de responsable de la administración del taller, donde éramos 350 hombres y una mujer. Entonces me llamaron de una empresa que estaba en quiebra. Hice un análisis completo de la empresa y vi dónde estaba el fallo. El 50 % era del grupo Fierro y el 50 % de Zanussi. Hice el informe y lo aprovecharon para echar al director comercial. Hubo una ampliación de capital y los Fierro no fueron, llegó Electrolux y compró Zanussi, con dos fábricas en España: Logroño y Alcalá de Henares. Ahí me hicieron director de tesorería.
¿También juega al golf?
Siempre fui deportista. En O Barco ya jugaba al fútbol y había muchos golfistas en Electrolux. Me federé en 1995 y en 1997 era hándicap 12. Lo cogí muy fuerte y jugué en todos los países del mundo. Tengo unos 70 trofeos.
¿Viene todos los años a Valdeorras?
Marché a Madrid con 18 años y regresaba en verano, llevaba dos años sin venir por la pandemia.
