Decenas de personas participaron ayer en Santiago de Compostela en una jornada de arrancado de lino para reivindicar la producción en Galicia de esta planta, con aplicación en el sector lácteo o textil. La jornada estuvo organizada por la Asociación Ami gos do Liño de Vimianzo, que realizaba una demostración del proceso de tratamiento del lino, desde la recogida hasta su curtido. Todos los participantes, incluso los niños participantes en la iniciativa, acudieron perfectamente ataviados para la ocasión.
Convocados por la Asociación Amigos do Liño de Vimianzo, varias familias, algunas incluso con niños ataviados con los uniformes utilizados antiguamente para las labores del campo, realizaron ayer en Santiago de Compostela una demostración del proceso de tratamiento del lino, desde la recogida hasta su curtido. La jornada de arrancado de lino se convertía de esta forma en una forma de reivindicar la producción en Galicia de esta planta, una producción que encuentra muchas aplicaciones en el sector lácteo o textil de la comunidad gallega.
El lino es arrancado como se hacía antiguamente, ya que no se puede cortar, explicó durante los trabajos de recuperación de las labores la presidenta de la Asociación de Amigos del Lino, Carmen Riveiro.
Posteriormente, se extrae la semilla de la planta -en una operación denominada ripado- y se mete en el río para curtirlo y poder separar de esa forma la fibra de la paja. De esta manera, se obtiene una de las fibras más duras del mundo, que transformada en hilo se puede utilizar en el sector textil para la fabricación de telas e, incluso, de trajes de novia o manteles.
Recuperación en Galicia
En los últimos quince años, esta asociación ha trabajando para recuperar la producción de esta planta en Galicia, cuyo uso se extiende, además, como planta medicinal, barniz natural, crema cosmética, alimento rico en proteínas o papel moneda. El lino tiene multitud de aplicaciones, apuntó Riveiro, algo que en los últimos años ha sido aprovechado por ganaderos y agricultores para alimentar a sus reses con semilla del lino, con importantes propiedades saludables que favorece la elaboración de productos como la leche omega 3.
En la actualidad la cooperativa gallega Feiraco cuenta en Galicia con alrededor de diez hectáreas de lino y ocho explotaciones ganaderas adheridas a este proyecto, que producen anualmente cinco millones de litros de leche. Así, en lugar de importar 30 toneladas de lino de Canadá, la cooperativa aprovecha los terrenos de vacíos de muchas fincas gallegas para obtener la semilla de lino, señaló por su parte el director comercial de Feiraco, Ramón Mandiá.
Todo este proceso de extracción del lino, así como las aparejos utilizados para ello, se pueden contemplar todo el año en el Castillo de Vimianzo en una exposición con la que se pretende recuperar parte de las tradiciones y cultivos del campo gallego.
Motor de riqueza en el rural
El lino y la lana eran material de confección de los tejidos en Galicia hasta la introducción del algodón en el siglo XIX. La importancia del lino en la economía de los campesinos gallegos no fue siempre la misma y es a finales del siglo XVIII y primeros años del XIX cuando se sitúa la etapa más próspera en su cultivo y producción. La industria de manufactura de lino fue auténtico motor de riqueza en la economía rural gallega.
El lino es arrancado como se hacía antiguamente, ya que no se puede cortar, explicó durante los trabajos de recuperación de las labores la presidenta de la Asociación de Amigos del Lino, Carmen Riveiro.
Posteriormente, se extrae la semilla de la planta -en una operación denominada ripado- y se mete en el río para curtirlo y poder separar de esa forma la fibra de la paja. De esta manera, se obtiene una de las fibras más duras del mundo, que transformada en hilo se puede utilizar en el sector textil para la fabricación de telas e, incluso, de trajes de novia o manteles.
Recuperación en Galicia
En los últimos quince años, esta asociación ha trabajando para recuperar la producción de esta planta en Galicia, cuyo uso se extiende, además, como planta medicinal, barniz natural, crema cosmética, alimento rico en proteínas o papel moneda. El lino tiene multitud de aplicaciones, apuntó Riveiro, algo que en los últimos años ha sido aprovechado por ganaderos y agricultores para alimentar a sus reses con semilla del lino, con importantes propiedades saludables que favorece la elaboración de productos como la leche omega 3.
En la actualidad la cooperativa gallega Feiraco cuenta en Galicia con alrededor de diez hectáreas de lino y ocho explotaciones ganaderas adheridas a este proyecto, que producen anualmente cinco millones de litros de leche. Así, en lugar de importar 30 toneladas de lino de Canadá, la cooperativa aprovecha los terrenos de vacíos de muchas fincas gallegas para obtener la semilla de lino, señaló por su parte el director comercial de Feiraco, Ramón Mandiá.
Todo este proceso de extracción del lino, así como las aparejos utilizados para ello, se pueden contemplar todo el año en el Castillo de Vimianzo en una exposición con la que se pretende recuperar parte de las tradiciones y cultivos del campo gallego.
Motor de riqueza en el rural
El lino y la lana eran material de confección de los tejidos en Galicia hasta la introducción del algodón en el siglo XIX. La importancia del lino en la economía de los campesinos gallegos no fue siempre la misma y es a finales del siglo XVIII y primeros años del XIX cuando se sitúa la etapa más próspera en su cultivo y producción. La industria de manufactura de lino fue auténtico motor de riqueza en la economía rural gallega.
