El calor ha llegado este mes de agosto a la provincia a mediados de agosto. Pese a superar los 30 grados centrígrados durante toda la semana, muchos veraneantes se acercan a la zona termal de Muíño da Veiga, a orillas del Miño, para remojarse, tomar un poco el sol o buscar una sombra para estar al fresco.
Con los vecinos de la ciudad, que visitan asiduamente estas instalaciones, se mezclan otros llegados de muchas partes de la geografía española, pero también gallega y de la provincia. Este es el caso Ana y Lucía. La primera es de Xinzo de Limia y la segunda de Vilagarcía de Arousa; cuando una visita las termas arrastra a la otra. "Eu veño algunhas veces no ano dende Xinzo, cando o fago, Lucía ven comigo porque a aviso", explica Ana.
Puede parecer extraño que ante estas altas temperaturas, el agua caliente sea una solución para refrescarse. "Dentro da poza non notas o calor, faino ao saír cando te vistes e che ven de golpe de novo", afirma Ana. De esta misma opinión es Julio, un madrileño que repite en las termas ourensanas: "Es perfecto que estén calientes, si están frías no nos metemos y hoy (por este viernes) sí lo haremos". Julio acompaña a Paloma, una joven de Ciudad Real que visita por primera vez la ciudad y, en concreto, la zona termal.
También desde Madrid llega Mar que acompaña a sus hijos en esta nueva experiencia en la ciudad. "Venimos a conocer la zona termal y, aunque haga calor, no hace tanto como en Madrid", cuenta. Este también es el caso de Noemí, que regresa de las Termas de Outariz donde ha pasado la mañana. "Es la primera vez que vengo y se estaba bien dentro de las termas, siempre pasamos más calor en Barcelona", apunta.
Desde Outariz vuelven Mónica, zamorana, y Sole, oriunda de Valencia, junto a sus hijos. Pese a que aprovechan para hacer turismo por la provincia durante su estancia, las termas son una parada ineludible cada vez que están en Ourense. "Al menos una vez al año me paso por las termas, cada vez que visito a mis familiares y vengo desde Zamora, me paso para darme un baño", apunta Mónica. La temperatura del agua es su mayor atractivo y cuenta, entre risas: "Si estuviese fría ya no vendría". Sole, por su parte, está en la misma situación: "Visito a mis familiares y aprovecho para acercarme a las termas".
Siguiendo el recorrido, un grupo de jóvenes madrileños abandona las pozas de Muíño da Veiga para ir a probar las de Outariz. Pablo, Álex y Vir visitan por primera vez esta parte de Ourense y se toparon con alguna sorpresa: "Hemos venido a probar como se estaba aquí y pensaba que encontraríamos alguna piscina con agua un poco más fría", explica Álex.
Entre todos ellos está Manuel, un vecino de Ourense que es un bañista fijo. "Suelo venir siempre que puedo, vivo en la zona del Posío y la piscina de As Burgas está siempre con mucha gente, entonces vengo aquí para estar unos diez minutos en el agua y que me ayude con los problemas de espalda", apunta Manuel.
