Los organizadores sirvieron mil raciones pero el intenso calor hizo que muchos comensales las llevaran para casa
Pese a los 35 grados que marcaban los termómetros de los coches al mediodía de ayer en el concello arraiano de Lobios, el polideportivo municipal reunió a medio millar de comensales en la veinte edición de la "Festa dos callos" limiaos, una celebración muy consolidada en el calendario de agosto. Pero fueron muchas más la raciones vendidas, algo más de un millar. "Este ano houbo máis xente que mercou as racións para levalas para casa pola calor", aseguraba la alcaldesa del municipio, María del Carmen Yáñez.
El menú calentó los estómagos con el exquisito plato a base de bazo, pata, garbanzos y chorizos sino también del cerdo celta a través de empanada de raxo y diversos embutidos. La bica puso el colofón.
La fiesta se completó con una carretada popular, a partir de las 20.00 horas, con tres modalidades de carros para el disfrute de todos los asistentes. La jornada estuvo amenizada por una banda de música y, además, se celebró la feria de artesanía en la travesía principal de la localidad.
Los más pequeños pudieron refrescarse con la fiesta de la espuma en las piscinas municipales, los hinchables, aunque tampoco faltaron los juegos tradicionales.
