Once comparsas y charangas de toda la comarca desafiaron a la lluvia participando en el gran desfile del Entroido de Verán
La tormenta desatada desde primeras horas de la tarde en la villa del Arenteiro no fue obstáculo para la celebración del Entroido de Verán, organizado por las concejalías de Cultura y Turismo de Carballiño. Una programación que se iniciaba a las 19,00 horas con pasacalles a cargo de las charangas Castro Vello y Doctor Anchoa por las calles del casco urbano, como prólogo del gran desfile de comparsas locales y del resto de la comarca, con la participación, además, de las tradicionales carrozas del municipio de Amoeiro. Las dos agrupaciones musicales citadas, junto con Os Liborianos, fueron las encargadas de amenizar el recorrido, con punto de partida, a las 21,00 horas, en la plaza de A Veracruz, y con el itinerario previsto por las calles Curros Enríquez, Alameda, Conde Vallellano, Buenos Aires y Mosquera, hasta alcanzar la Plaza Mayor. Así tomaron parte en el desfile las comparsas Os Picapedra, Aspadisi, Os Centolos, Fantasía Mundo Fénix de Partovia, Os Arrieiros de Dacón, OsNevadiños de As Neves,Os Azucarados de Maside e o Castro de San Amaro. Finalmente, la Plaza Mayor acogió por la noche un gran baile de disfraces, que corrió a cargo del grupo Limón.
La coreografía y las carrozas encandilaron a los espectadores
El gran desfile del Entroido de Verán no convocó a las miles de personas que acuden a su homólogo de invierno, debido a la lluvia, pero a pesar de las inclemencias meteorológicas obtuvo un más que aceptable respaldo de espectadores. La vistosidad de los disfraces de las comparsas, acompañadas por unas espectaculares carrozas, y la trabajada coreografía con números musicales a lo largo de todo el recorrido, resultaron del agrado del público, que aplaudió y ovacionó a los más 200 integrantes de la comitiva de comparsas.
También destacaron, como ya es habitual, los atrevidos diseños de las carrozas procedentes del municipio de Amoeiro, y sus elaborados disfraces. Una jornada que tuvo su anticipo durante el viernes, con la celebración de obradoiros de máscaras y un animado baile infantil por la mañana, amenizado por DJ Tibu. La noche estuvo reservada para el disfrute de vecinos y visitantes en los locales de hostelería de la villa, con la oferta de tapas gratuitas para los clientes que acudiesen disfrazados, finalizando la velada con una sesión discoteca en la plaza Mayor, que se prolongó hasta la madrugada.
