Un día de descanso en las pozas termales

El calor típico del mes de julio incita a los ciudadanos a disfrutar de la naturaleza.
Ourense, la capital termal por excelencia de la Comunidad gallega, es un destino idóneo para relajarse en sus aguas termales, que están indicadas para el tratamiento del reuma, artritis y afecciones de la piel; así como para trastornos hepatodigestivos del metabolismo y vías urinarias. Es un espacio que incita al sosiego y la tranquilidad, sobre todo en los meses de verano por el calor.
Ourense es piedra, pero también agua: río y fuentes. Destacan sus aguas termales. Éstas tienen su origen en las profundidades de la tierra que llegan a la superficie.

Los romanos, grandes aficionados a este tipo de manantiales, aprovecharon estas fuentes como la atestigua el altar dedicado a las ninfas de las aguas de As Burgas.


Siguiendo el curso del Barbaña llegamos al Puente del Milenio. Tras una parada en sus miradores bajamos hasta las termas de A Chavasqueira. Aquí podemos alquilar bicicletas. 3
En la época estival son un reclamo para los ourensanos y turistas, ya que aprovechan su tiempo libre para sumergirse en sus aguas, recomendadas para afecciones de la piel.


Está compuesta por dos pozas termales gratuitas en un entorno ajardinado junto al río, por encima, se sitúan las termas privadas de estilo japonés que invitan al relax y el descanso.


Si seguimos por el paseo fluvial, llegamos al Tinteiro, de uso también gratuito. Este manantial atrae a lo largo del año a bañistas de toda la península y también de Portugal.


Posteriormente, el viajero encontrará otro entorno privilegiado: las aguas de las burgas del ‘Muiño de A Veiga’. Estas pozas están situadas en la zona de Quintela de Canedo, a 500 metros del área termal de Outariz. Este espacio cuenta con una poza principal de 200 metros cuadrados, una segunda de 130 metros cuadrados y otras dos de 55 y 45 metros cuadrados al lado de un molino rehabilitado.

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