Los vecinos decidieron que por su colocación en el plano urbano debería llamarse "La Diagonal"
A finales de los cincuenta comenzaban las obras para abrir la que hoy es una de las principales vías de la ciudad. Nacía sin nombre y los vecinos rápidamente decidieron que por su colocación en el plano urbano debería llamarse "la diagonal". Así fue hasta que se decidió honrar al papa Juan XXIII, al poco de su fallecimiento (1963).
Las fiestas del año 60 ya pudieron pisar la calle para darle "estreno", en la imagen vemos la batalla de flores de ese año desfilando por la esquina de concejo con Juan XXIII.
Los solares que surgieron en la zona fueron rápidamente construidos, y con unas alturas que permitieron unas altas rentabilidades a los constructores, locales en su inmensa mayoría. En la imagen aparece a la derecha el campo de los Maristas, que muchos aun recuerdan (hoy es el edificio Don Bosco, creo). Y enfrente el solar que adquirió la Banca Nogueira de Ribadavia para instalar la sucursal en la capital Ourensana.
