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"Con la edad que tenía cuando marché, solo 13 años, fue doloroso dejar a mis padres"

María José Rodríguez, en Tuxe.
photo_camera María José Rodríguez, en Tuxe.
La infancia de María José Rodríguez pudo ser determinante en el momento de elegir una profesión. La exuberante naturaleza que encontraba en la aldea de Tuxe (O Bolo) sin duda influyó en su apuesta por las terapias naturales

La infancia de María José Rodríguez pudo ser determinante en el momento de elegir una profesión. La exuberante naturaleza que encontraba en la aldea de Tuxe (O Bolo) sin duda influyó en su apuesta por las terapias naturales, actividad a la que se dedica en la capital del Estado, desde donde regresa todos los años, acompañada de su familia.

¿Cuándo y por qué se decidió a dejar su aldea natal: Tuxe?

Fui de las últimas nacidas en el pueblo. Con 13 años me tuve que ir a Madrid a estudiar porque aquí acababas EGB y tenías que ir, bien a A Rúa o bien a Ourense. Aquí no había futuro. Tampoco había medios y mis hermanas vivían en Madrid. Emigré hacia allá y ya me quedé allí. Me casé e hice la vida allí. Soy acupuntora, terapeuta y también doy clases de yoga.

¿Le influyó haber pasado la infancia en una aldea?

Realizo terapias naturales. Me deben venir de aquí, de Tuxe. de haber vivido al lado de la naturaleza.

¿Desde la distancia se echa de menos O Bolo?

Se echa mucho de menos. Hay algo aquí que no encuentras en ningún otro lugar y por eso, siempre que vuelves tienes el recuerdo de esto, de que te gusta.

¿Regresan con frecuencia a Tuxe?

Venimos todos los veranos una temporada, porque mi madre tiene  93 años y la traemos unos días para que disfrute de esto.

¿Su madre también vive en Madrid?

De momento está con nosotros. Ahora ya no puede vivir sola. Aquí, tampoco hay medios de ayuda y se hace difícil.

¿Resultó duro abandonar el pueblo?

Con la edad que tenía cuando marché fue muy doloroso dejar a mis padres. Me fui y ellos se quedaron aquí. Con 13 años aún eres un poco joven. Creo que eso sí es un trauma y te dura para siempre. Lo llevas ahí.

¿A qué se dedica cuando regresa?

A quitar telarañas en la casa, limpiar las zarzas, pasear y sobre todo a descansar y respirar este aire. A estar tranquilos.

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